La semana pasada, Venture Beat publicó en primicia que Myst será llevado a la televisión. Cyan, el estudio responsable del juego para ordenador más vendido de la historia hasta la aparición de Los Sims, ha llegado a un acuerdo con la productora Legendary para desarrollar una serie basada en el universo creado por Rand y Robyn Miller.

Cyan no estará involucrada directamente en el proyecto, según ha declarado Rand Miller en una entrevista con The Spokesman-Review, el diario local de Spokane, donde está ubicada la compañía. «Queremos ceder parte del control del proyecto —explica Miller—. Nosotros somos buenos haciendo juegos y en Legendary son buenos en su campo». La serie no adaptará para la pequeña pantalla la historia de ninguno de los seis títulos de la saga (dos de ellos, Exile y Revelation, no fueron desarrollados por sus creadores), según ha podido saber Aventura y CÍA. Tampoco estarán basados en la trilogía de novelas del británico David Wingrove en colaboración con los Miller, que profundiza en el trasfondo de la críptica bilogía original y comprende El libro de Atrus, El libro de Ti’ana y El libro de D’ni, publicadas en España por Timun Mas.

Myst intentó llevarse a la gran pantalla en 2010, pero el proyecto nunca llegó a buen puerto. Canales como SyFy también han mostrado interés en el juego a lo largo de los años, sin mayores resultados. Ha sido en Legendary en quien Cyan ha encontrado por fin un socio. «Allí contamos con gente que puede ayudarnos —cuenta Miller en una entrevista con Venture Beat— y hacer que esto salga adelante, gente que nos da buenas vibraciones. En alguien tenemos que confiar. ¿Por qué no en quien conoce y ama Myst y quiere que esto llegue a buen puerto tanto como nosotros?». «Nada más empezar a negociar con ellos —añade Blake Lewin, director de negocio de Cyan—, lo tuvimos claro. Respetan la saga. Uno de los directivos, Cory Lanier, es un admirador. De los guionistas que están barajando, uno publicó un top 10 en el que Myst estaba en segundo puesto. Tenemos confianza en que van a cuidar bien el proyecto. Lo han demostrado con las propiedades con que han trabajado a lo largo de los años».

Robyn Miller, el menor de los hermanos, dejó la compañía que fundó poco después del lanzamiento de Riven, la continuación de Myst. Tampoco está involucrado en la serie de televisión, a pesar de que ahora se dedica al cine. En 2013 estrenó su primera película como director, The Immortal Augustus Gladstone, un documental ficticio que cuenta la historia de un hombre que se cree vampiro. Hemos podido hablar con él, cuyos sentimientos alrededor de todo esto reconoce complejos, aunque no entra en detalles. «Como estudio —nos escribe—, Legendary tiene una cultura singular y con frecuencia produce películas de gran presupuesto sobresalientes. Tengo esperanzas de que pondrán a guionistas y actores con talento y a un gran productor ejecutivo detrás del proyecto, que se convertirá en algo con lo que todos quedemos encantados».

Los planes no se limitan a la serie de televisión, sino que en Legendary están interesados en desarrollar un proyecto transmedia. Por el momento se desconoce si será un juego o alguna clase de apoyo interactivo, aunque es muy probable que se lance solo para tabletas.

Cyan está en plena producción de Obduction, la aventura que financiaron a través de Kickstarter, de la que ya os hablamos brevemente. A pesar de la importancia de Myst, o precisamente por ella, es una de las aventuras que inauguraron ese mantra que muchos repiten: «la aventura gráfica es aburrida». Y lo sería, si el subgénero que los Miller acuñaron con su ópera prima, el Myst-like, fuese lo único que queda de ella. Lo que está claro es que la proliferación de títulos llenos de puzles de artilugios mecánicos, palancas que activaban mecanismos diez escenarios más allá sin ningún tipo de indicación y narraciones crípticas contadas por medio de interminables diarios, cartas y toda clase de documentos no hizo ningún bien al género. Porque el diseño de juego de Myst y Riven, por fascinante que pueda ser su universo, solo inspira consternación. Habrá que ver si Obduction continúa por esos derroteros, aunque bien es cierto que la última entrega de la saga, End of Ages, ya había aprendido mucho de los dos títulos intermedios que no quedaron en manos de Cyan. En cuanto a la serie de televisión, quizá sea el formato más adecuado para desarrollar la narrativa de Myst, cuyo contrapunto interactivo produce más sopor que entretenimiento.

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