Introducción

Muchas veces se ha leído y oído que los juegos españoles de la época de los 8 bit gozaban de cierta popularidad (al menos en nuestro país) no ya por la excelsidad de su calidad técnica sino por su originalidad y su enfoque dirigido exclusivamente en torno a la diversión más pura. La veracidad de esta afirmación es algo subjetivo, pero incluso así cabe preguntarse, ¿qué ha cambiado en el ideario del diseñador español para que el concepto de diversión interactiva haya tomado una dirección tan equivocada como la de los últimos juegos patrios?

The Westerner es la segunda parte de 3 Skulls of The Toltecs (aunque a lo largo del juego no se mencione, como si se pretendiese ocultar), y representa un producto bastante similar a su predecesor: muchas pretensiones y grandes defectos en su desarrollo.

Argumento

La historia no tiene muchas complicaciones y empieza sin demasiados preámbulos: Fenimore Fillmore viaja a caballo sin rumbo y llega una noche a la granja de los Bannister para contemplar una escena en la que tres inicuos pistoleros amenazan al propietario con arrebatar y destruir su propiedad en nombre de Starek, el rico propietario que atemoriza a toda la ciudad y proscribe de ella a los granjeros. De forma azarosa, Fenimore consigue ahuyentar a los tres pistoleros y salvar eventualmente la granja de los Bannister, quienes lo acogen.

Al día siguiente se nos plantea el principal y único objetivo de la aventura: acabar con la amenaza de Starek sobre los granjeros a través del clásico sistema de realizar ciertas sub-misiones parte activa de la misión principal, que dan pie a una no-linealidad más o menos bien construida (pero salpicada por defectos planteados posteriormente): Deberemos reforzar la granja de Alvin Jones, conseguir armas y más hombres para defenderla e impedir la llegada de un tren desde Abilene con más hombres de Starek. Toda la aventura girará de forma más acertada o no en torno a estos objetivos, que hubieran quedado mucho mejor si al menos uno de ellos hubiese sido planteado más tarde (por ejemplo, plantear el problema del tren de Abilene después de haberse preparado para el primer ataque de Starek), pues al terminar la aventura, aunque no se nos hará corta (ni mucho menos, gracias a factores expuestos más adelante), sí nos sabrá a poco, pues se espera un nuevo giro argumental que no llega, y que no convirtiese ese objetivo producto del buensamaritanismo del protagonista (y que sin embargo presenta muy poco aliciente para el jugador) en el único a seguir durante todo el juego.

A un mismo tiempo, Fenimore caerá enamorado de la hija de Starek, pero la conquista de la dama no se convertirá en un objetivo paralelo, pues esta fluye al tiempo que el desarrollo de la historia, de modo que los acontecimientos que se nos presentan en pantalla se sucederán un poco arbitrariamente y sin darnos cuenta.

Comentario

The Westerner se presenta como una nueva aventura ambientada en el lejano oeste (tras su propia precuela, 3 Skulls of the Toltecs –mucho más cutre pero también más jugable-, y Freddy Parcas como sus ejemplos más sobresalientes). Ninguno de ellos llegó a llenarme: el mundo del western, aunque muy atractivo, se presta más a un FPS (que, no obstante, apenas si lo ha explotado) que a una aventura. The Westerner, ni mucho menos, rompe esta tendencia.

Al echar un primer vistazo y ejecutar el juego por primera vez la impresión es excelente: la secuencia de introducción, muy digna ella, goza de un enfoque cinematográfico muy conseguido (con esa tensión que se corta con cuchillos al descubrirse Fenimore a los tres pistoleros y ese tema spaghetti sonando de fondo), unos movimientos de cámara y unos planos bien escogidos, y salvo ese ‘homenaje’ a Matrix ya tan manido en otros medios, una animación que introduce de manera magistral al jugador en la aventura, con un toque de humor muy simpático, y, a diferencia que el resto del juego, bastante original.

Mención aparte merece el aspecto mejor conseguido y más ‘profesional’ del juego: el modelado de las 3D y las animaciones. Los modelos 3D de los personajes (que no del resto de las cosas, que aunque tampoco desmerecen demasiado, no tienen tal grado de perfección, evidentemente debido a que se dispararían los requerimientos técnicos del juego) presentan curvas que son realmente curvas, en lugar de las superficies cuadradas y llenas de aristas de la mayoría de los modelos en los juegos actuales. Recuerdan mucho, como se decía en la propia publicidad del juego, a los modelos de Toy Story (Fenimore Fillmore se parece misteriosamente a Woody), pues tienen ese toque ‘cartoon’ que les dan una apariencia muy agradable. Las animaciones son también bastante buenas, dada la fluidez que dan las 3D en los movimientos, y lo muy conseguidos que éstos están tanto en la gesticulación como las expresiones faciales de los personajes. La misma cámara que antes mencionábamos, tiene durante la parte interactiva una esencia que se pretende muy cinematográfica, con zooms automáticos cuando la situación lo requiere y emplazamientos bastante adecuados en la mayoría de las situaciones, pero que en ocasiones nos traerá quebraderos de cabeza, pues en general no se escoge adecuadamente el momento en que se cambia de una a otra cámara: varias veces nos encontraremos haciendo clic en varios sitios en busca de un cambio de cámara que nos permita acceder a algún objeto o localización concreta, y que no aparece. Un fallo de acabado que puede llegar a frustrar bastante al jugador.

Otro aspecto destacable es el apartado sonoro no, pues aunque la banda sonora no destaca especialmente por la variedad de temas (he contado unos tres o cuatro, que eso sí, dentro de unos límites eran bastante decentes), y los efectos sonoros pecan de lo mismo que 3 Skulls of the Toltecs: demasiado escuchados y repetidos a lo largo del juego (acaba uno bastante harto del mismo efecto de sonido de la puerta al abrirse o cerrarse), The Westerner tiene un doblaje muy bueno realizado por actores profesionales cuyas voces son reconocibles en películas y series de actualidad, y cuya interpretación no desmerece en absoluto. Así, escucharemos voces como las de Claudio Serrano (Ben Affleck en algunas de sus películas) como Fenimore Fillmore, Gabriel Jiménez (Lobezno en X-Men) como Joe Bannister, Claudio Rodríguez (inconfundible voz de Charlton Heston en El Planeta de los Simios, entre otros), etc.

Sin embargo, bajo esta atrayente cubierta, el juego adolece de defectos y errores de concepto tan grandes que convierten lo que superficialmente da una muy buena impresión en lo que en realidad es: un juego mediocre con algunos toques destacables.

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