Nuestro empeño en dar a conocer los clásicos del género para todo aquel neonato que quiera incorporarse a nuestro gremio se ha vuelto a materializar en forma de review, esta vez de otro clásico entre los clásicos: ni más ni menos que Maniac Mansion.

Ron Gilbert presentaba con su ópera prima el archi-conocido motor Scumm y ponía las bases de lo que ahora es el género de la aventura tal y como lo conocemos, haciéndolo evolucionar desde el estilo conversacional (que aún arrastraban otras compañías como Sierra, aunque diluido con cantidad de gráficos y animaciones) al ‘point & click’ que acabó estandarizando la aventura gráfica, siendo éste un importante cambio, y no el que intentan forzar algunos desarrolladores actuales con el reprochable eslogan de “más acción y menos pensar”.

Con una parodia del cine de terror de serie b, Gilbert y el equipo de la por entonces llamada Lucasfilm Games presentaron una simpática historia de unos adolescentes que se infiltran en una mansión para rescatar a la novia de uno de ellos de los malvados experimentos de un doctor poseído por la influencia de un meteorito alienígena. Sólo en su sinopsis ya tiene más clichés que una película de Wes Craven. Recordemos los viejos tiempos y desmitifiquemos lo que haga falta con el análisis que nos ha preparado nuestro compañero Javier Cadenas.

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