Playfirst ficha a Dave Gilbert
El creador de la saga Blackwell trabajará en una nueva aventura, esta vez con presupuesto
# Publicado el por Víctor Martínez
No es el Gilbert más famoso del mundo de la aventura gráfica, pero a buen seguro el creador de Monkey Island estará orgulloso del talento de Dave. El diseñador de The Shivah y la trilogía Blackwell (cuya tercera entrega todavía está gestándose en su casa, es decir, en Wadjet Eye Games) se ha popularizado por hacer un uso ejemplar del motor gratuito AGS de Chris Jones, gracias al cual ha sabido mostrar al mundo entero su talento a la hora de escribir algo tan complicado como es una aventura gráfica, y saber conjuntar ese don narrativo con una fluidez encomiable en el despliegue de los enigmas que la hacen avanzar.
Tal es su valía (o su fortuna) a la hora de publicar estos juegos, que ha conseguido venderlos desde su web y sacarle rendimiento económico a lo que empezó siendo su hobby. Y parece que su hobby ha acabado convirtiéndose en su profesión, para sorpresa suya, pues el portal de casual games Playfirst le ha contratado para desarrollar una aventura gráfica, simplificada para su público y diseñada con la ayuda de herramientas propias de la productora.
El director de publicaciones de Playfirst, Craig Bocks, ha comunicado a la página angloparlante Adventure Gamers: «Estamos encantados de encontrar desarrolladores tan innovadores, y siempre buscamos gente nueva y apasionada». Aunque les ha faltado añadir: «sobretodo si son capaces de hacer un juego sin un duro».
Del proyecto en cuestión no se sabrán datos concretos hasta mediados de este año. Por el momento se conoce, a parte de que será una aventura gráfica adaptada al público casual —como si no fuesen ya de por sí sencillas las aventuras anteriores de Gilbert—, que no estará lista hasta finales de año o principios de 2009 y que podría versionarse para alguna videoconsola. También está asegurado que no tendrá nada que ver con la saga Blackwell, cuya tercera entrega sufrirá una considerable demora debido a la nueva empresa que su hacedor se trae entre manos, quien por cierto se muestra muy optimista y encantado de que le paguen por hacer lo que más le gusta. Y nosotros que nos alegramos.
Como veis, es la cara de la moneda de Internet: si eres bueno, tienes los medios para mostrárselo a la gente y a posibles ojeadores. La cruz es que si te grabas haciendo el ridículo y cantando alguna memez, también.