Aunque calificarla como aventura gráfica se nos antoja un tanto osado, las características de la serie Penumbra casan mejor con nuestro género que con el de la acción, aunque en realidad se trate de una curiosa hibridación de la que hemos hecho la vista gorda siempre que hemos hablado de ella. Reconocemos que ese beneficio no lo han tenido títulos como Fahrenheit a la hora de «darle caña» en esta web, pero la principal diferencia (valga como argumento o no), es que los chicos de Frictional Games han tenido la decencia de no ir predicando la revolución del género con su producto, como sí han hecho muchos otros diseñadores que ni siquiera figuran en el Hall of Fame de ningún aficionado.

Como ya hemos dicho muchas veces, Penumbra: Overture nació como proyecto de carrera por parte de unos estudiantes y ha acabado siendo un clamoroso éxito comercial (en relación a sus perspectivas, claro está, no lo estamos comparando con un Gears of War). Éxito que han querido repetir en la secuela, Penumbra: Black Plague, la única parte de la bilogía que ha recibido distribución en nuestro país, concretamente por parte de Friendware, quienes ya han colocado en las tiendas el juego, a un precio de 19'95 €, con subtítulos en castellano.

Penumbra: Black Plague es una mezcla entre FPS, survival horror y aventura gráfica. Digamos que su entorno y control recuerdan al primer género, algunas situaciones de tensión con contados enemigos al segundo, y la resolución de los obstáculos que nos proponen, al tercero. Todo ello en un ambiente gráfico cuya máxima virtud es una recreación de las leyes de la física que nada tiene que envidiar a producciones de serie A como Half-Life 2, física que también será primordial para resolver los enigmas y puzles que nos propone la «aventura».

En cuanto podamos, por supuesto, os prepararemos un análisis que reflejará nuestra opinión final sobre el producto.

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