Las aventuras gráficas basadas en largas escenas de vídeo que intentaban dar una dimensión narrativa fueron una moda durante los primeros 90 del siglo pasado, y dejaron de realizarse cuando se descubrió que no merecía la pena una inversión tan grande en algo que era tan poco agradecido (y cuyo último título importante fue el juego de Expediente X). Pero claro, pasa el tiempo y parece que aquellos vídeos pixelados tienen cierto encanto retro que entonces nadie veía, y estudios independientes aprovechan lo barato (ahora, con las nuevas técnicas) de la producción casera para recuperar esta estética, como hace ahora Areo Cinematic Games —anteriormente Clocktower Games— con su saga de juegos episódicos Casebook mientras, de paso, promocionan su tecnología para convertir fotografías en 3D.

El primer Casebook (Kidnapped), editado en el 2008, consiguió promoverse y vender gracias a un punto de partida que recordaba mucho a los Tex Murphy: acompañas a un detective con gabardina recolectando pistas, utilizando instrumentos de tecnología diversa para aislar huellas, pelos, ADN y objetos incriminatorios de todo tipo, interrogar sospechosos, etcétera. Todo esto en un entorno ultrarrealista, rodado en la ciudad origen del equipo de grabación —Dunedin, en Nueva Zelanda— y con un motor 3D que daba excelentes resultados al moverse por esos entornos.

Pero el juego en sí es mucho más parecido a un Phoenix Wright que a un Tex Murphy, y esos guiños al público casual se adivinan viendo la empresa que les distribuyó originalmente el primer episodio, Big Fish, culpables en cierta medida de que se meta en el saco de la aventura gráfica eso que dieron en llamar hidden objects (objetos escondidos). Las conversaciones repiten la información, y ésta la reitera el detective protagonista cada vez que logras examinar un objeto, convirtiendo la virtud de tener abundantes textos en una forma simple de asegurarse de que el jugador medio —a quien, viendo todas estas decisiones de diseño, deben ver como un individuo que sufre de síndrome de falta de atención crónica— es capaz de entender cada giro del whodunit. Una combinación de objetos bastante sencilla, capacidad de observación que roza el pixel-hunting y una forma muy lineal de conversaciones son los retos con los que se dosificaba la historia en esos casos, que en sus tres episodios hasta la fecha correspondían a un secuestro, un robo y un asesinato.

La noticia está en que Areo reedita los tres juegos con algunos retoques para venderlos por 19,95 dólares, o 15,95 si se realiza un pre-order antes del 24 de junio. En cuanto a las novedades y retoques que prometen con esta versión se encuentran dos (¡dos!) nuevos minijuegos de análisis químico y ADN, un sistema de puntuación según la cantidad de ayuda que se pida durante el juego, otro de relación de pistas no tan obvio como en los primeros episodios y que favorece un poco la prueba y error del jugador (anteriormente llevaba de la mano), la posibilidad de saltarse los minijuegos para los jugadores más torpes, y, por supuesto, el episodio 0 (The Missing Urn) que ya se regalaba como demo gratuita. Como ventaja adicional, si alguno de vosotros compró en su día algún episodio, basta con enviar el número de pedido al correo que indican en la página oficial para recibir un código de descuento de, dicen, un 50% del precio. Tanto The Missing Urn y Kidnapped pueden descargarse desde ya, mientras que el segundo y el tercer episodio, The Watcher y Snake in the Grass respectivamente, llegarán el mismo día 24.

Una oferta tentadora para unos juegos decentemente escritos que, si bien no son un reto excesivo para cualquier persona acostumbrada a los videojuegos, pueden ser interesantes para un público que busque un equivalente occidental de las aventuras japonesas lineales —esta vez con minijuegos—. Y, por supuesto, con el encanto que dan las escenas de vídeo con actores (amateur) reales.

El desarrollo del cuarto episodio, In Absentia, del total de seis que serán está ya en marcha.

Imágenes relacionadas