Con un dedo más de frente
Título: The Legend of Kyrandia: Hand of Fate (1993)
Desarrolladora: Westwood Studios
Distribuidora: Arcadia Software
Lanzamiento: 1993
Especificaciones (mínimo recomendado):
# Publicado el por Carlos Jürschik
Así el juego resulta un tanto esquemático. Los puzzles de objetos pocas veces son más complejos que usar un par de ellos en el inventario, aunque existe el elemento mágico que añade un poco más de complejidad e inteligencia: tienes un libro de hechizos que a medida que avanza el juego va engordando, y un caldero para hacer pócimas con diversos ingredientes que aparecen (y se regeneran) a medida que se avanza. La magia de “Hand of Fate”, no obstante, está en la distribución del juego, en el diseño propiamente dicho. Westwood sabían que el fuerte de esta aventura está en los gráficos y la música, y precisamente es en estos donde se hayan la gran parte de las recompensas: las animaciones de los objetos o de la misma Zanthia, los nuevos escenarios, y lo que nos llega a rodear causan la suficiente curiosidad para seguir avanzando en una trama que empieza a resolverse quizás demasiado pronto.
Sí que existen un par de pegas referentes a los puzzles. Hay un poco de pixel hunting que resulta algo molesto, aunque comprensible ya que el point n click pone bastante a prueba la capacidad de observación (y era algo tan acostumbrado en las aventuras de entonces, tan limitadas en lo técnico, que se puede considerar un elemento más). Existe un puzzle de combinación de colores que carece de lógica y que, francamente, sobra. Y finalmente el puzzle de las torres de Hanoi al final del juego, aunque es interesante, aunque las torres es algo tan propio de la cultura popular del informático... no es justo. Son 5 niveles, y la mecánica es fácil de comprender, pero está un tanto fuera de lugar y como puzzle del clímax uno merece algo más rebuscado e inteligente y menos laborioso. Mencionar también unos cuantos casos de muertes súbitas que carecen de la opción “UNDO”, es decir, que te obligan a restaurar el juego desde un punto donde hayas salvado.
Con todo esto es complicado explicar cuál es exactamente el encanto de “Hand of Fate”. Es quizás esa apariencia que consiguen los grafistas, una extraña mezcla de 3D texturizado y fondos dibujados que consiguen un atractivo muy particular y curioso. Quizás sea la propia fluidez con la que transcurren los enigmas en cada parte del juego, y lo bien que están expuestos. Quizás sea la ironía que no abandona en ningún momento, con partes abiertamente divertidas como la superficie de la isla Volcano. Quizás sea que muchos puzzles se puedan resolver de maneras distintas, mediante la maña o la fuerza, sin que una solución sea más válida que la otra.
De cualquier forma, en “Hand of Fate” Westwood consiguieron un mundo vivo y propio, unos personajes explicados con facilidad en pocas líneas, y una aventura gráfica con la misma mecánica que las actuales, pero que de alguna forma mágica, digamos, consigue enganchar como pocas lo hacen. Además de esto, fue una de esas aventuras que se podían comprar en su versión “talkie”, y la interpretación con un acento inglés bastante marcado está en un nivel bastante notable. En la versión para disquetes sólo era la introducción la que tiene diálogos digitalizados, y aún así sigue sorprendiendo que en poquísimos megas, menos de 10, quepa tantísimo gusto estético.
Sin duda es de las mejores aventuras gráficas en su tema. King’s Quest tiene más entregas (y una sexta que está entre los cúlmenes del género) pero no llega a este nivel de cuidado estético y los mundos fantásticos no son tan originales; Simon The Sorcerer es mucho más torpe en su humor y diseño, y grafica y sonoramente, pese a ser posterior, es mucho más pobre que este Kyrandia; Dragonsphere sigue quedando como una aventura bastante árida... Hand of Fate entretiene desde el primer momento y nunca baja el ritmo ni defrauda las expectativas, y eso es algo que deberíamos valorar bastante en un videojuego, junto con que cumpla su misión: hacértelo pasar bien.
Conclusión
Conservando un atractivo de colores pastel y música sin digitalizar rodeados de muchos detalles, Hand of Fate es un producto de su tiempo: sabe cómo entretener al jugador, sabe qué recompensas darle, sabe qué limitaciones tiene y cómo ocultarlas. Resulta entretenido desde el principio hasta el final, parece falto de ambiciones y al final consigue hacerte desconectar del mundo exterior durante un rato para ambientarte en un mundo fantástico casi veraniego. Creo que son virtudes que se infravaloran, ahora que se juzgan los videojuegos por las horas o la rejugabilidad en vez de por su diversión, y por ello lo recomiendo. Con algo de entusiasmo, incluso.
Página 2 de 2
« Anterior | 1 | 2 | Siguiente »
Imágenes relacionadas
Nuestra puntuación