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Piratas de agua dulce

Título: Treasure Island (2008)

Desarrolladora: Radon Labs

Distribuidora: Digital Bros

Lanzamiento: 17 de septiembre de 2009

Especificaciones (mínimo recomendado): Procesador a 2 GHz o superior | 512 MB de RAM | 3 GB de espacio en disco | Tarjeta de vídeo de 128 MB | Tarjeta de sonido compatible con DirectX 9.0c | DirectX 9.0c | Windows XP SP2 o Vista

# Publicado el por Gaspar Ruiz 2

Introducción

La isla del tesoro fue el primer gran éxito de Robert Louis Stevenson. Mil veces adaptado a los más diversos formatos, ha servido como fuente de inspiración de numerosos productos entre los que se encuentra, naturalmente, el videojuego. La aventura, que parece el género más propenso a adaptar el libro en condiciones, sigue aún esperando su definitiva reelaboración del mito. Radon Labs, la última en intentarlo, podría haber logrado un resultado aceptable de haber hecho algo menos intrascendente.

Argumento

Cuando el capitán Flint muere en Savannah, sólo uno de sus viejos comilitones, su segundo Bill Bones, conoce el paradero exacto de su tesoro. Apropiándose del mapa en donde se consignó su ubicación, huye de su destino hasta recalar en Almirante Benbow, una posada en Bristol. Allí se encariñará del despierto tabernero, el huérfano Jim Hawkins, a quien confiará, tras el accidentado encuentro con un viejo conocido, el secreto que guarda. Poco después, Bill Bones cae fulminado por la maldición de la Marca Negra, un recuerdo que sus antiguos compañeros le hacen llegar por medio del ciego Pew. Empezará así un viaje con desenlace feliz y aliado insospechado…

Comentario

Treasure Island es una aceptable, aunque aburrida, adaptación de la célebre novela: se han sabido trasladar sus líneas maestras sin que los aportes de nuevo cuño resulten ridículos o innecesarios. Que los guionistas lo hayan logrado con una cierta eficacia no es de por sí reseñable; sí lo son los toques personales insertados. Su naturalidad es manifiesta, lo que constituye una buena noticia: en Radon Labs no han vivido excesivamente pendientes del texto seminal, sino que lo han leído y comprendido lo suficiente como para entender qué podría funcionar y qué no. Seguramente sea ésta la mayor virtud de la presente aventura.

Personajes como Antoinette o puntuales cambios en el trasfondo del doctor Livesey o de Long John Silver, sin duda las novedades más polémicas para los defensores a ultranza del libro de Stevenson, tienen sentido desde un punto de vista práctico: son la muleta en la que se sustenta esta revisión de la más conocida historia de piratas de la literatura. Una versión que, como en el original, trata sobre la amistad y el valor, temas complejos de los que aquí tenemos ciertas trazas, gracias, entre otras razones, a la inteligencia analítica de los guionistas.

Por el contrario, la carencia de chispa del juego es proverbial. Los secundarios están erráticamente esbozados, de forma que parte de las sorpresas que nos brindan algunos de los actores de la función se deben a una mala escritura de sus líneas, en las que no hay más que una testimonial (y acelerada hacia el final) pincelada de sus ambiciones, anhelos o temperamentos. No es de extrañar, así, que muchas de las tareas que se nos proponen sean de una insulsez galopante, a pesar de que la resolución de algunas de ellas no está del todo exenta de golpes de ingenio. Lo que no impide que los bostezos sean continuos: en sus concisos diálogos; en las partes de acción; en los paseos…

Precisamente de esto se concluye el que es el principal problema de Treasure Island: su inveterada sosería. Los fallos y aciertos del juego quedan condicionados por la insipidez que preside el conjunto, de tal manera que el resultado final acaba siendo justo la antítesis de lo que se espera de todo videojuego. Es decir: aunque las partes no pueden tacharse de malas, su suma conduce inexorablemente a un aburrimiento sin paliativos que desluce gravemente el producto.

Además, la rigidez que desprende a cada paso la aventura convierte a Jim Hawkins en una máquina cerebral incluso en los momentos en los que presuntamente tira de improvisación para solventar problemas. Eso es así porque esta improvisación parece deshonesta, forzada, casi una concesión a las normas del género, un mero trámite para alcanzar un fin. Lo mismo podría aplicarse a los supuestos escrúpulos y sentimientos de los que hace gala el protagonista.

El diseño, por tanto, es altamente irregular. Si bien intenta evitarlo a toda costa, incurre en algún defecto escandaloso muy en boga actualmente: por ejemplo, Hawkins recoge objetos sólo cuando tiene muy clara su utilidad; como consecuencia, el jugador tiende a vagar perdido en escenarios que ya creía explorados o a recomponer la composición de lugar que ya se había construido. Por añadidura, la escasa inspiración de los diseñadores transforma a Hawkins, más de lo que debiera, en un recadero bienintencionado que deambula de arriba abajo procurando satisfacer los caprichos de, como decíamos, personajes con nulo carisma y proyección en la trama.

A pesar de que el motor gráfico apunta maneras, la estética es mediocre: el diseño y modelado de los personajes es tan soso como el resto del juego; las animaciones son ortopédicas, como bien ejemplifican, sin ánimo de bromear, los movimientos de cojo de Silver; al no haber unas mínimas nociones de sincronización labial, todos los seres parlantes del juego, sin excepción, se convierten en rumiantes, lo cual resulta desagradabilísimo para la vista. Los escenarios son estáticos, sin vida, más parecidos a acotaciones de guión que a decorados. Todo desprende una flagrante falta de personalidad.

Por su parte, la banda sonora se agota pronto y repite muchas melodías hasta la extenuación, lo que contribuye a crear una desafortunada sensación de vacío. Para colmo, los efectos de sonido no están bien coordinados con las acciones. El doblaje, inglés, es dispar en su calidad, pero no por la ausencia de una dirección, que la hay como certifican nuestros oídos y los créditos, sino por el trabajo de algunos actores que no se molestan en preparar sus papeles. El personaje de Alejandro de la Roca puede tomarse como paradigma: es un bucanero español que habla y se presenta a sí mismo con un histriónico acento italiano. Ya que en otros títulos, como en Gilbert Goodmate, se perpetran barbaridades similares, quizás debamos de pensar que para algunos europeos las diferencias entre italianos y españoles sean estrictamente geográficas.

La traducción de los textos es deplorable: las distribuidoras que operan en España tienen la tendencia adquirida de no gastarse lo mínimo indispensable en labores de localización. La excepción no son, desde luego, los textos que podemos leer en Treasure Island, que pertenecen a la categoría de horror cósmico. Los hay para todos los gustos: para los amantes de las patadas al diccionario («todo el que siga callendo en su trampa»); para disléxicos («me evoca respeto»); para despistados sintácticos («creo que este negocio es no va a ser posible»); para descuidados (la palabra «piaster», que da título al capítulo final, tiene un equivalente español: «doblones»). Cada uno de estos fallos diversos desnuda las vergüenzas de una labor tan mal reconocida y, probablemente, pagada.

Conclusión

Nada del otro mundo, Treasure Island sería ideal para estos tiempos de vacas flacas de la aventura si no fuera tan soso y aburrido. Desde luego, méritos no le faltan: molesta lo justo, se termina rápido y se olvida fácilmente.

Si alguien quiere buscar tesoros y enfrentarse a terribles piratas, debe saber que un escocés escribió en 1883 una estupenda e imperecedera novela al respecto. Gracias a ella, y a otras muchas, duerme ahora en el panteón de las glorias literarias. En Vailima, donde yace, se le conoció como Tusitala, el que cuenta historias.

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Review de Treasure Island
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Carátula de Treasure Island

Nuestra puntuación

Dos estrellas y media

Treasure Island

Comentarios

2 comentarios.

Orden: Ascendente | Descendente

2
# Publicado el 17.2.2012 a las 23:32:39 por darkgaze

A mi no me gustó mucho, verdaderamente. Me tocó justo con el concurso de esta misma página, y la verdad, de otra manera no lo hubiera probado. Y realmente, me aburrí mucho…

Pero sobre todo los controles, eran muy desagradables y fallaba toooodo el rato.

Que pena… en serio.

1
# Publicado el 16.2.2012 a las 11:12:16 por Risingson

Primera vez que oigo hablar del juego. Última vez que muestro interés por él XD

La idea de las rereviews es que sean una respuesta o una réplica a nuestra reseña, valorando el juego después de haberlo terminado. Por eso la puntuación es obligatoria. Puedes poner otra clase comentarios en la ficha del juego. Las rereviews deben ser aprobadas y pueden tardar un poco en publicarse, pero aprobaremos todas las que cumplan un mínimo de corrección, se ciñan moderadamente al tema y no contengan destripes. Si la tuya no se publica en menos de un día, pregúntanos. Por supuesto, evitaremos la censura en la medida en que hemos hecho siempre. Puedes utilizar enlaces: <a href="enlace">texto del enlace</a>; cursiva: <em>texto</em>; negrita: <strong>texto</strong>; y bloques de citas: <blockquote>cita</blockquote>.

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