Martin Mysère
Título: Martin Mystère: Operación Dorian Gray (2005)
Desarrolladora: Artematica
Distribuidora: Friendware
Lanzamiento: 28 de noviembre de 2005
Especificaciones (mínimo recomendado):
# Publicado el por José María Meléndez
La otra es el típico puzzle de cuatro botones que debemos apretar en un orden preestablecido por el método de prueba y error, es decir una bonita pérdida de tiempo. Huelga decir que dichas combinatorias se encuentran en un templo maya, por lo que esta vez sí que están justificadas al contrario de otros títulos cuyos personajes tienen casi tan pocas luces como sus creadores y se compran maletas cuyo cierre consiste en girar un resorte que hace girar el resto o donde un padre que acaba de abrir un baúl insta a su hija a que busque en él teniendo la desfachatez de haberlo cerrado y activar el cierre de seguridad.
El torpe y lento inicio en el hogar del protagonista y la mansión del profesor Eulemberg, repletos de un gran número de objetos a examinar que los que no tienen más que información superficial (verdaderamente algunas de las descripciones de Martin Mystere son puros delirios), vienen a decir lo mismo (leáse el caso de todas las piezas de la colección de Martin), da paso a una fluidez muy digerible. A pesar de no contar con un elevado número de sitios por los que transitar, la estructura del juego hace un buen uso de ellos, unas veces nos encontramos en escenarios abiertos con posibilidad de movernos entre varias localizaciones y otras veces nos encontraremos fases más cerradas como la del clímax final o México, que deberemos visitar de nuevo esta vez manejando a la eterna novia de Martin, Diana. Como toda aventura de este estilo y de reciente factura, el juego se juega prácticamente sólo, siendo los atascos inexistentes para el aventurero más o menos experimentado, aunque se agradece que todo esté bañado en docenas y docenas de descripciones como hacía tiempo que no veíamos en una aventura. No obstante para leer (exacto, las descripciones no están dobladas) ciertas impresiones vergonzonsas del protagonista, podrían haber rebajado el número de ellas, así el guión hubiera ganado enteros.
Visualmente, este `Martin Mystere: Operación Dorian Gray´ nos ofrece una de cal y otra de arena. Los fondos prerenderizados ofrecen un nivel de detalle altísimo, cuyas animaciones de fondo (ese risible humo del Blue Rose o el lago del exterior de la mansión Eulemberg) no logran eclipsar el meritorio trabajo de los artistas italianos. Resultan curiosos esos retoques artísticos vía Photoshop para darle un aire más cercano al estilo cómic que pretende tener el juego, en algunos escenarios tiran hacia lo fabuloso (la habitación donde encontramos el cadáver de Eulemberg) mientras que en otros, al no estar tan conseguidos se nos asemejará más bien a un pastiche, a un feo `collage´.
La otra cara de la moneda son unos videos horrorosos, no por su calidad plástica, sino por su paupérrima resolución y su borroso visionado. Algo incomprensible, estando como están al alcance de todos los desarrolladores códecs potentísimos (precisamente el MPEG4, el mismo que usa el juego) y sobretodo el objetivo que tienen en la compañía –Artemática `dixit´- de realizar juegos AAA.
Ya que estamos analizando el componente multimedia, detengámonos en el doblaje y metámonos de lleno en ese eterno y contradictorio en ocasiones debate del aventurero de si es preferible prescindir de la localización a nuestro idioma en muchos de los títulos que nos llegan al año. Viendo, más bien escuchando la labor que ha realizado el elenco de actores de Martin Mystere, a uno le dan ganas de sumarse a esas voces contrarias al doblaje de ciertas aventuras. Si, es realmente nefasto. No sólo por la enésima elección de una voz corporativa -estad atentos a esos flashes `Más que coches´de Tele5- que intenta estar a la altura de los cambios emocionales (aunque Martin no es precisamente un torturado héroe de Shakespeare) utilizando un solo tono de voz, si no por los errores comunes que realiza el director de doblaje que, suposiciones aparte, se nota que ni se ha molestado en echarle un vistazo al juego. Es por ello que tenemos de nuevo a personajes sobreactuadísimos en situaciones superficiales, mexicanos recitando su texto lleno de palabras autóctonas con acento castizo y lo más risible de todo: protagonista y secundario doblados por el mismo actor, haciendo al oyente testigo de una especie de estúpido monólogo. Aunque el sector del doblaje no sea un gremio asequible a todos los bolsillos, sería menester que las distribuidoras se rascasen más el bolsillo e intentaran prescindir de estos, con todos nuestros respetos, pseudos-profesionales en beneficio ya no del propio jugador (comprador, no olvidemos), sino del mismo juego. Pura utopía, por otro lado.
Conclusión
A pesar de que este `Martin Mystere: Operación Dorian Gray´ pida, aparte de un parche a gritos, paciencia al jugador en sus primeros minutos, es realmente recomendable por varias razones. Una de ellas, la más poderosa, es su honestidad: Lejos de esas aventuras que de tan en serio que se toman a sí mismas, resultan una parodia, las correrías del profesor Mystère no hace perder el tiempo al jugador para que asuma que está ante la panacea épica, no lo aburre con combinatorias absurdas y tal vez note ciertos pasajes clasicotes que le haga pensar que está ante un soso y light, aunque entretenido, Broken Sword II.
No es de las mejores aventuras del año, ni mucho menos, pero por lo menos nos hace esperar ese próximo “Diabolik” con más expectación que tras jugar a ese fallido, torpe y tontorrón “Drunna: Morbos Gravis”, la ópera prima de estos correctos italianos.
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