Involución reformadora
Título: Ankh (2006)
Desarrolladora: Deck13 Interactive
Distribuidora: Take Two Interactive
Lanzamiento: 24 de febrero de 2006
Especificaciones (mínimo recomendado): Procesador a 1,5 GHz | 256 MB de RAM | Tarjeta gráfica de 64 MB compatible con DirectX 9.0c (mínimo GeForce 3) | Tarjeta de sonido compatible con DirectX 9.0c | DirectX 9.0c | Windows 2000 o XP
# Publicado el por Javier Cadenas
De hecho, son tan simples y tan lógicos que el juego se hace prácticamente solo, lo que nos sería un problema de no ser porque es exageradamente fácil. Lo lamentable de esto es que es ya casi una costumbre en las aventuras de hoy en día; lo que diferencia a Ankh de la mayoría es que en Deck13 no han querido alargar su juego con combinatorias o puzzles de mecánica, y como decía al principio esta aventura es valiente en ese sentido: porque sigue la tónica que desde un principio promete y no trata al jugador como si fuera tonto ofreciéndole puzzles más que asequibles para luego meter una combinatoria imposible y aburrida. Incluso hace motivo de mofa a aquellos desarrolladores que efectivamente meten con calzador este tipo de puzzles, auto-parodia del gremio que no es la única, puesto que también se burla de una de las supuestas innovaciones de la aventura actual, la inclusión de combates, hacia el final de la aventura cuando aparece una barra de energía que habremos de rellenar (tranquilos los contrarios a las muertes en una aventura, en Ankh no existe esa posibilidad).
Sorprende también bastante la implementación de un botón para volver a la barcaza que nos llevará de un lugar a otro. Sorprende por ridícula. Si el juego tiene sólo dos escenarios generales, la ciudad de El Cairo y el desierto, este botón únicamente aparece en el segundo y el tiempo que ahorra en las caminatas es tan poco que casi no merece la pena usarlo. La implementación correcta aquí hubiera sido un mapa. Y sorprende asimismo que habiendo uno (que forma parte de un puzzle y que hay que conseguir) no se les haya ocurrido implementarlo además como atajo para moverse de un sitio a otro, que hubiera sido la mejor opción y que sí habría ahorrado molestias reales.
Además, han incluido bajo la tecla de tabulación un listado de objetivos a cumplir. Es importante tener en cuenta que son metas a las que llegar a lo largo del juego y que se van añadiendo a medida que surgen. No son las metas individuales de los seis capítulos en que se divide el juego. Señalo esto porque esta lista puede llevar a confusión a veces y nos obcequemos en hacer alguna de las cosas antes de que llegue el momento, lo que puede resultar frustrante. Nos encontramos ante una aventura lineal, de modo que cada enigma tiene su momento y no se pueden alternar.
Entrando en la parte visual Ankh no será considerada la novena maravilla, pero cumple de sobra con lo que se le puede pedir. El motor (aunque horriblemente optimizado) es completamente tridimensional, con representación al estilo dibujos animados; los fondos llamarán la atención en algunas ocasiones por la sensación de vacuidad que emanan, no tanto en los exteriores como en los descuidados interiores, lo que podría achacarse a una sana intención de reducir unos requisitos mínimos de no ser porque con un ordenador de gama media-alta la ralentización todavía es considerable.
Un trabajado en general correcto de los modelos 3D choca con los casos puntuales de personajes que han padecido un torpe diseño (como es el caso del padre de Assil o el Faraón) frente a otros que nos recordarán a las grandes producciones de animación 3D, para los que, de cualquier modo, tampoco se ha destinado un conteo demasiado elevado de polígonos, que habría ofrecido un detalle mayor. Animaciones escasas pero con acabado aceptable completan un aspecto gráfico mejorable, quizás, a través del retoque de un motor 3D (Ogre) que, quizá por ser de naturaleza gratuita y no padecer de forma tan tajante las exigencias comerciales, no consigue estar a la altura.
Cabe destacar la mejoría que se produce si la tarjeta gráfica de que disponemos es compatible con DirectX 9 (que se aprecia sobre todo en el agua, que cambia de ser una superficie azul oscura en movimiento bastante mal conseguida a una más realista, con transparencias y reflejos) y si activamos los efectos visuales avanzados, que crean una especia de patina en la pantalla, émulo del polvo desértico en suspensión.
El doblaje, que es el de la versión inglesa, es bastante bueno, probablemente no está a la altura del original alemán, realizado por actores profesionales y que ha sido ensalzado por todos los medios de habla germana. Es una lástima, sin embargo, que en España impere la tónica de no doblar o doblar mal, y Take 2 podía haber considerado la posibilidad de traernos el juego lo más parecido posible a su versión original, doblado también por actores profesionales. Musicalmente está en la media y sus composiciones ni destacan ni desentonan. Lo que sí tiene es un tema principal compuesto por el propio jefe del proyecto, Jan Klose, que os ofrecemos junto a la review y que es bastante pegadizo y recuerda a alguna que otra película animada.
Conclusión
Entretenido y desenfadado, el clasicismo de Ankh agradará a casi todos y su humor llega en el momento justo para ensalzar todas sus virtudes y minimizar sus defectos. A la pregunta de la introducción, la respuesta es que ciertamente sobresale, pero desde luego no hasta el punto de suponer la salvación de un género ni la resurrección del estilo clásico. Todavía les queda mucho por recorrer a los integrantes de Deck13 para poder llegar a la altura de los grandes clásicos, pero este debut es, cuanto menos, asombroso. Lo que sí es cierto es que si todas las compañías que se dedican al género pusieran la mitad de dedicación en sus producciones que la que Deck13 ha puesto en Ankh, el género volvería a ser lo que un día fue.
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