Aunque ya lo era de sus propios juegos, Telltale Games, la popular empresa formada por ex trabajadores de LucasArts y desarrolladores de Bone y los nuevos Sam & Max, parece que quiere ampliar su catálogo de ofertas aunque sea con juegos de los que no han tocado ni una línea de código. Por supuesto, se trata del cada vez más popular método de distribución online, pero no deja de ser una iniciativa bastante sorprendente hablando de los juegos de los que hablamos.

A parte de sus Sam & Max (que, por cierto, el uno de noviembre ya estará disponible para todo el mundo y no exclusivamente para los americanos el primer episodio) y sus Bone, Telltale también ha puesto a la venta (en descarga directa) su CSI: Las tres dimensiones del asesinato. Hasta ahí bien, puesto que se trata de un juego que ellos mismos desarrollaron para Ubisoft, pero ahora vienen otros.

Como por ejemplo, Ankh, a un precio de 19,99 dólares, confirmando así que la colaboración con los chicos de Deck13 no acabó en consejos sobre cómo llevar a buen puerto el diseño del juego.

También podemos encontrar en su página aquel popular juego freeware llamado Samorost, que utilizaba la tecnología Flash para mostrarnos un mundo muy original, con una jugabilidad basada puramente en el point & click. Si bien esta aventura la siguen ofreciendo de forma gratuita, su secuela, Samorost 2, se puede conseguir por el precio de 6,99 dólares.

Su relación con el mundillo indie/amateur no acaba ahí: también han puesto a la venta Al Emmo and the Lost Dutchman's Mine, la anacrónica ópera prima de Himalaya Studios (creadores de los remakes de King's Quest I y II) que cabalga entre el tributo al clásico y la incompetencia tecnológica, con un precio de 19,99 dólares.

Y para acabar, y no sabemos muy bien por qué (suponemos que la serie tendrá un gran éxito en Estados Unidos), también se han hecho con Law & Order: Criminal Intent, aventura gráfica tridimensional basada en la serie de televisión homónima, que a su vez es la cuarta entrega de la versión computerizada de la franquicia. Vamos, que hay para todos los gustos. Eso sí, no esperéis recibir una bonita cajita de plástico con un CD serigrafiado y un manual de instrucciones dentro.

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