Stéphane Brochu, a quien por cierto tuvimos la ocasión de entrevistar hace ya más de 3 años, fue uno de los artífices, en 2003, del título que hoy analizamos para vosotros y, por qué no decirlo, para hinchar más nuestro enorme catálogo de reviews que deseamos que sean el caldo de cultivo para extensas y prolíficas discusiones sobre el pasado, presente y futuro de nuestro género favorito.

Post Mortem fue una aventura que pasó bastante desapercibida en su momento, quizá por su perspectiva en primera persona en una época en la que lo poco que salía formaba parte de esa rama que se ha ido ganando poco a poco la antipatía de gran parte del sector aventurero y la simpatía de una pequeña porción del mismo. El juego nos pone en la piel de Gus McPherson, más popular por ser el abuelo de la protagonista del más sonado Still Life, y es que estamos ante lo que se podría denominar precuela de ese otro éxito de Microïds sin duda mucho más afortunado.

Nuestro nuevo colaborador Carlos Alonso despliega con buenos argumentos su opinión al respecto de esta historia de misterio y terror light de agobiante atmósfera, y nosotros os animamos a hablar del juego en su correspondiente sección de rereviews y dejar bien patente la vuestra.

Imágenes relacionadas