Seguramente recordaréis alguna que otra aventura gráfica de la que os hayamos hablado y de la que no se ha vuelto a saber nada, o bien porque ni han olido la península ibérica o bien porque directamente han sucumbido en el farragoso camino que supone hoy en día ya no desarrollar una aventura sino tan sólo sacarla adelante. Como generalmente ni siquiera se suele dar un anuncio de que la producción ha sido cancelada puede pasar mucho tiempo hasta que realmente se sepa la suerte que han corrido ciertos proyectos. Es el coste en credibilidad que tiene dar el mayor número de noticias posibles y es por eso que nunca se sabe cómo acertar. Como no todos son Syberias respaldadas por un sustancial apoyo tanto monetario como mediático, términos bastante parejos dicho sea de paso, hay algunas aventuras de las que no os hemos dado cuenta, que se nos han quedado en el tintero a causa de no interpretar que fuesen a tener visos de terminación. Es el caso de la excepcional Dark Fall (de la que esperamos poder mostraros una completa reseña en breve) o Black Mirror (que se pondrá a la venta dentro de poco en inglés -ya lo ha hecho en checo, la lengua vernácula de sus desarrolladores- y de la que también tenemos intención de publicar un avance). Por lo tanto, queremos disculparnos ante nuestros lectores, por esta falta de buen tino.

Como nunca es tarde para intentar enmedar errores, hoy os informamos de otra de esas aventuras gráficas que se escaparon a nuestro ojo por no parecer con excesivo futuro, que no con mala pinta: Legacy: Dark Shadows. No en vano el proyecto está teniendo algunas dificultades, pero al parecer sigue adelante, siendo prueba significativa de este progreso el hecho de la publicación de una segunda demo (la primera era más bien una especie de "testeo público") que sus creadores, el grupo croata Razbor, han puesto a la disposición de todos aquellos que quieran bajar los 146 MB que ocupa. Ya hemos comentado alguna vez que en Europa del Este está despertando un creciente gusto por las aventuras, siendo el mentado Black Mirror, Jazz and Faust (que estará pronto a la venta en español editado por FX Interactive) o la más reciente creación de sus desarrolladores, los rusos de Saturn+/1C, Midnight Nowhere inmejorable prueba de lo que decimos. Razbor no se queda atrás y pretende, en base a unas prestaciones técnicas, según dicen, bastante recalcables (un motor que representa modelos de hasta 20.000 polígonos, efectos con agua, humos, sombras, luces dinámicas, con resoluciones de 1024x768 y sincronización labial, entre otras características) y una intrigante historia de 14 capítulos que nos permitirá visitar más de 100 localizaciones a lo largo de 500 escenarios por los que podremos escuchar más de 15.000 líneas de diálogo, subir un poquito el listón.

El argumento de Legacy, que presume de no incurrir en los tópicos habituales de extraterrestres, viajes temporales o elixires de la eterna juventud y del que los croatas no quieren descubrir ningún detalle de importancia, comienza en 1942 durante el asedio de Stalingrado donde encarnamos a Jack Black un corresponsal que cubre el frente soviético en primera línea para el New York Times. En un momento dado, la historia se interrumpirá y pasaremos a dar vida a Ren Silver, una detective que trabaja para una empresa de seguridad de las muchas que regulan la Ley y el Orden en un Sistema Solar colonizado por el futuro ser humano del siglo XXII, que ha de hacerse cargo de un caso aparentemente sencillo, pero ya se sabe, las apariencias engañan...

Según comenta la compañía, siguiendo el ritmo de trabajo que llevan en estos momentos, posiblemente el juego esté completamente terminado en septiembre. Como es pronto para empezar a hablar de distribución internacional, entre tanto, siempre y cuando la conexión lo permita, podéis probar este fragmento del capítulo 4. Nosotros ya lo hemos hecho y podemos decir que aunque el personaje se desplaza francamente fatal, el movimiento de éste no es precisamente muy natural y peca de algunas infuncionalidades bastante llamativas muy propias de la versión sin depurar y pulir que es, la impresión que nos ha dado no ha sido mala. Sólo nos queda ya esperar a que llegue a buen puerto (español, puestos a pedir).

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