Instamos a nuestros queridos lectores a que fijen su vista al extranjero, más concretamente a la escena aventurera independiente para comprobar las toneladas de talento que allí se cuece. Desde el entrañable Dave Gilbert con su pequeño sello Wadjet Eye Games, pasando por Erin Robinson con dos lecciones maestras como son Spooks y Nanobots hasta los chicos de Dreamagination con el más que recomendable Dirty Split, podemos afirmar que los creadores independientes se han hecho lo suficientemente fuertes y han hecho el suficiente ruido como para que los medios informativos tengan en cuenta cada una de sus creaciones.

Lógicamente, esto algo que no ocurre en la escena de nuestro país. Prácticamente porque no existe. Sin embargo, un antiguo proyecto que pretendía obviar este hecho ha renacido esta vez con fuerza y la suficiente moral para hacernos cambiar de parecer. Estamos hablando de ADAN (Asociación de Desarrolladores de Aventuras Gráficas Independientes), la cruzada personal de Javier Agorreta (apoyado esta vez por Manel Fernández, creador del curioso Quiero Morir, Manuel Martos y otros) para apostar por el talento independiente nacional.

Parte de nuestro público sabe que la cobertura a este tipo de aventuras no es habitual en las páginas de Aventura y CÍA. No obstante, también creemos que una opción como ADAN es harto interesante para que por fin, algo se mueva en nuestro país, máxime cuando su criterio de selección informativa coincide con el nuestro: no dar nada a conocer sin que el público vea algo tangible, aunque caigamos en el error de saltarnos esa política editorial de vez en cuando, disculpen las molestias.

Desde aquí apoyamos la iniciativa de los chicos de ADAN y les deseamos toda la suerte en su nueva andadura. Si el proyecto no prospera (que no sería su culpa, sino la del desarrollador independiente patrio) al menos quedará para el recuerdo una recopilación de todo el grueso amateur que se ha hecho en España. Algo que es, por lo menos, loable y digno de mención.