La policía del pensamiento
Título: The Moment of Silence (2005)
Desarrolladora: House of Tales
Distribuidora: Friendware
Lanzamiento: 14 de febrero de 2005
Especificaciones (mínimo recomendado): Windows 98/2000/XP - Pentium III a 800 Mhz. - 256 MB. de RAM - Tarjeta gráfica de 64 MB compatible con compresión de texturas DX - Tarjeta de sonido de 16 Bit - 500 MB. de espacio libre - DirectX 8.1 - Unidad de DVD
# Publicado el por Carlos Jürschik
Pero por otro lado tienes las cámaras, idea que puede ser más o menos buena, pero que lleva a momentos delirantes durante el juego. Imaginaos el Alone in the Dark, o seamos menos frikis, el Resident Evil, controlado por ratón: se parece bastante a lo que tienes que enfrentarte moviendo a Peter Wright. Los ángulos son inverosímiles, y los puntos donde la cámara empieza a cambiar suelen estar en esquinas alejadísimas, casi imposibles de pinchar. Por si no hay bastante: errores de clipping, que me hizo tener que cargar una partida antigua por la posición tan absurda a la que había llegado Peter Wright.
En cambio, en cuanto a apariencia, sí que se defiende bien. Las escenas cinemáticas son una maravilla, de lo mejorcito de cualquier género, pero cuando uno empieza a jugar se encuentra a personajes poligonales sobre fondos prerrenderizados que a veces se mueven al más puro estilo Blade Runner (desgraciadamente sin la mitad de vida que tenía éste). Se mueven algo más rápido que en el Syberia, pero esas soluciones que tantísimo se agradecían en Black Mirror o Longest Journey para acortar las caminatas brillan por su ausencia, y eso unido a que la mitad de los puzzles te obligan a recorrer los mismos escenarios bastantes partes, hace que el juego sólo sea apto para seres pacientes. La música es una mezcla entre todos los estilos populares de la electrónica, a veces unidas con guitarreo para dar un aspecto más hi-tech a toda la historia, al más puro estilo del cine de acción reciente. Las voces no han sido dobladas al castellano, cosa por mi parte agradecible, pues los actores en su versión inglesa dan un gran trabajo en sus caracterizaciones y leyendo los subtítulos uno puede entender perfectamente lo que le dicen.
Los puzzles constan principalmente de diálogos que abren otras vías de actuación. No llega a ser una cosa tan tan castrante como un Runaway, pero desde luego los caminos se te cortan como se te escape alguna conversación o no examines una pista importante de un objeto. Las pistas con respecto a los puzzles de inventario varían, y apenas hay - aunque hay - pixelhunting durante el juego. Lo que resulta realmente discutible es un par de laberintos absurdos en el final del juego, y un puzzle final que en vez de ser la madre de todos los puzzles complicados, resulta una cosa pesadísima e iterativa que podían haber agilizado con un diseño mejor. Por lo demás hay cosas que leer, pero no demasiadas, y pistas en forma de enigmas que no son excesivamente complicadas de descifrar.
Al final ocurre como en casi todas las aventuras gráficas actuales: Moment of Silence funciona en cuanto te distrae de lo que es realmente el juego. Mientras hay animaciones por la pantalla, o la historia está interesante, o la recompensa tiene forma de enriquecedoras y filosóficas conversaciones llenas de pistas, a uno no le importa demasiado el paseito, pero en cuanto eso también decae y te encuentras enfrentado a puzzles que no sabes exactamente dónde están, la tentación de pulsar Alt+F4 es demasiado fuerte. Hay un par de cosas que sí que son dos detalles de diseño muy buenos: pulsando la tecla "H" aparecen todas las posibles salidas del escenario (que no cambios de cámara, que hubiese estado bien), y manteniéndola pulsada, aparecen todos los objetos necesarios de manipular o personajes que es necesario hablar con ellos.
Lo que queda por encima de todo ello es, definitivamente, la narración. El juego va introduciendo personajes poco a poco, detalles de forma más paulatina, y la humanidad de tu personaje en detalles bruscos y escalofriantes. Existen un par de diálogos que están entre lo más bonito que leí en aventuras - especialmente los del dependiente de la tienda de antigüedades -, y sí, el autor de la historia es perfectamente capaz de reflexionar sobre el fin y los medios, sobre la manipulación del lenguaje (especialmente lúcido es el juego que hace con la palabra "democracia"), sobre la deshumanización, sobre la paranoia, sobre el significado verdadero de la libertad. Aunque a veces, gracias a puzzles practicamente iterativos, el ritmo del juego decaiga, lo que quedan son esos momentos donde ves reflejado en Moment of Silence parte de tus desasosiegos.
Conclusión
Moment of Silence cumple con su objetivo de ser una aventura gráfica en tercera persona de intriga y ciencia ficción. Lo que falla en cuestión de fallos de motor, paseitos que ralentizan el juego, o puzzles que obligan a repetir pasos una y otra vez, lo suple con una buena historia de toques paranoicos adornada por personajes complejos y profundos. Sin embargo está tan clarito qué es lo que funciona realmente del juego y qué es lo que no, que hasta da rabia lo poco pulido que parece haber salido el juego al mercado. Esperemos que a la tercera vaya la vencida, y que House of Tales saquen ese juego realmente notable del que estoy seguro que son perfectamente capaces de realizar, en cuanto depuren un poco el diseño que escogieron para sus juegos anteriores. Su guionista lo merece.
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