Introducción

Hace tiempo llegó a nuestros oídos que Dynamix había desaparecido. Triste noticia para los aventureros, que recordarán a esta filial de Sierra con nostalgia cuando jueguen a aventuras como Rise of the Dragon, Space Quest 5 (bajo el sello de Sierra, pero desarrollada por Dynamix, siendo buena prueba de ello el guiño del laboratorio de Genetix) o esta que ahora nos ocupa.

Heart of China es una aventura con regusto clásico, no por el hecho de ser un juego del '91, sino por un argumento que nos imbuye de lleno en evocadores y exóticos emplazamientos al más puro estilo del cine de aventuras, no en vano se consideró a Heart of China la "primera película interactiva", algo bastante discutible pero que ya dice algo en su favor.

Argumento

La estrella de Jake "Lucky" Masters, no parece pasar por su mejor momento. De la noche a la mañana este veterano de la Primera Gran Guerra, talentoso piloto y cazarrecompensas eventual se ve envuelto en una particular búsqueda por obra y gracia de Eugene Adolfo Lomax, un adinerado personaje a caballo entre hampón y empresario, cuya hija, la bella Kate, ha ido a trabajar como voluntaria en los castigados campos de la China, aún regidos por feudalismos medievales. Es precisamente uno de estos tiranos, el opulento Li Deng, el que la secuestra para convertirla en concubina suya, llevándola hasta su palacio de Chendgun.

El viejo Lomax, se entera de la desgracia y decide encargar a Masters el rescate de su amada hija, al que no da opción de rechazar la oferta. Lomax aconseja al aviador, que busque la ayuda de un misterioso oriental de nombre Zhao Chi, instruido en las artes ninjas y que goza de una excelente reputación dentro del puerto de Hong Kong...

Así es como comienza la odisea que llevará al arrogante Lucky y al sabio Chi a atravesar medio mundo pasando por emplazamientos tan exóticos (pero no por ello menos peligrosos) como Katmandú, Hong kong, Estambul o París en busca de la pobre Kate Lomax.

Comentario

Empezamos con buen pie: una historia atrayente que nos invita a seguir jugando y unos gráficos rompedores para la época: cuando Lucas aún no se había destetado del EGA, Dynamix (y por añadidura Sierra) ya hacía sus pinitos con la imagen digitalizada. Quizá con eso, no pocos ya den por sentado que la aventura tiene todas las papeletas para ganarse las cinco estrellas, equivocándose de cabo a rabo.

A primera vista nos llama la atención el campo gráfico del juego, que mezcla no de una manera demasiado desagraciada, animaciones reales (paupérrimas animaciones reales) con fondos dibujados (espléndidamente dibujados). Esto se vería mas tarde en otras producciones que usaron técnicas similares (Darkseed sin ir mas lejos) y ya había por aquel entonces algún precedente en lo que se refiere a imagen digitalizada (hay que mirar inevitablemente a Access) que no restaría mérito a Heart of China, aunque sí exclusividad.

Cuando decía "paupérrimas animaciones" no me refería a la calidad (quién puede ponerle peros a las de un juego de esta época y estas características) sino más bien a la cantidad. Esto, a pesar de no ser tampoco reprochable da un aspecto "cutrelux" a la aventura que hace desmerecer los, por otro lado bien cuidados, gráficos del juego.

La música está bien adaptada a cada entorno, ambientando a la escena, cosa que no pueden decir muchas aventuras (en su mayoría francesas). Melodías orientales nos acompañaran por todo nuestro periplo asiático y cumplirán bastante bien su cometido.

Heart of China es una aventura en primera persona y usa el mismo motor que usó un año antes la notable Rise of the Dragon aunque con algunos pequeños cambios. El interfaz, similar al de otras producciones de la época como K.G.B de la francesa Cryo, se trata de una especie de Drag'n'Drop en el que para hacer uso de un objeto hay que arrastrarlo hasta donde se quiera interactuar, en caso contrario este caerá el suelo. Existe la posibilidad de usar (de hecho es necesario) objetos con el propio personaje (indumentaria fundamentalmente) , al que tendremos acceso cuando clickeemos con el botón derecho sobre un objeto, apareciendo tras la descripción detallada. No es el más sencillo de los inventarios que he usado siendo en ocasiones bastante puñetero (cuando usemos la pistola, por ejemplo, habremos de mantener pulsado el botón derecho mientras con el izquierdo, disparamos, no sería un problema grave, si no tuviésemos que adivinarlo) esto resta jugabilidad a la aventura pero no es ni mucho menos lo más irritante.

Lo que más pelos puede erizar es el "peculiar" (cuanto menos) desarrollo del juego. La gran mayoría de los aventureros sinonimizan "muerte" con "aventura mala". Esto, por paradójico que parezca, no tiene siempre porqué ser así. No soy yo el más indicado para decir nada, ya que soy uno de los pocos que adoran el Space Quest IV aún reconociendo que es bastante jodidillo en aquello de las muertes, pero en Heart of China ese tema se convierte más que en un problema, en una dinámica bastante molesta, la de estar guardando la partida a cada paso.

En primer lugar, hay que reconocer que Heart of China es una aventura que se sale de la linealidad desde el primer momento, lo cual es loable... hasta cierto punto, y eso es porque, en esta aventura "no todos los caminos llevan a Roma". Esto es debido a que los puzzles no es que sean muy abundantes, y la dificultad de los enigmas consistirá en hacer las cosas en cierto orden, en hacer uso de los objetos oportunos y desechar los inadecuados o en desempeñar ciertas acciones en el momento preciso. Con el añadido de que en algunas ocasiones jugaremos contrarreloj y bajo la presión de que no existe el "prueba-error": si decimos algo inapropiado o hacemos algo inoportuno, lo mejor que nos puede pasar es que muramos.

Con frecuencia nos tendremos que ver obligados a tomar decisiones importantes en momentos muy puntuales a lo largo del juego, que pueden mostrarse diafanamente o estar veladas en interminables conversaciones, y que no siempre tienen una lógica bien definida. Además en ocasiones se bifurca la trama y no se pueden compartir los objetos de los personajes, con lo que si en determinado momento, Chi necesita un objeto de Lucky y este no está, nos tendremos que joder, y esperar a que la muerte sea lo más rápida posible, por lo menos para evitar tener que estar devanándonos el seso mientras tanto.

Heart of China no es un juego excesivamente largo (se nos hará si no guardamos con mucha asiduidad) tampoco muy difícil pero sí desesperante. Cualquier momento es bueno para morir, cualquier situación es un peligro en potencia, pero esto no se pueden considerar fallos en el diseño, sino más bien un enfoque diferente.

Hay que romper una lanza a favor del fabuloso guión: sin recurrir a estridencias paranormales, a paradojas de trascendencia universal ni a misterios arqueológicos milenarios, se consigue una aventura bastante atractiva. De hecho está firmado (además del tortuoso diseño) por Jeff Tunnel diseñador del antes citado Rise of the Dragon y creador de uno de los juegos más aclamados de la pasada década (aunque no es una aventura gráfica) The Increible Machine y que aún sigue siendo un referente rentable de los juegos de puzzles. De hecho, la nueva compañía de Tunnel, Garage Games, casi se dedica exclusivamente a eso.

Resumiendo, si te gustan los desafíos, y no te da repelus morir en una aventura hasta la saciedad, este juego te divertirá como el que más y además podrás disfrutar de una entretenida e interesante aventura.

Conclusión

Si se hubiese tomado con el diseño un camino menos pedregoso quizá, Heart of China se hubiese perfilado como firme candidata para ser una aventura de culto, ya que el resto de los elementos tienen una factura bastante limpia. Pero en su lugar y gracias a un desarrollo poco afortunado, ha pasado a engrosar esas listas de "aventuras desconocidas". Una pena.

Página 1 de 1

Imágenes relacionadas

Más imágenes