Introducción

Después del rotundo éxito de Space Quest I, los fans del juego ya pedían a gritos una segunda parte. Dicho y hecho, Scott Murphy y Mark Crowe no esperaron ni un año para ponerse a trabajar en la sería primera secuela de la hasta ahora hexalogía, grafeando y programando como dos jabatos. Poco tiempo más tarde el resultado ya estaba en las tiendas con el nombre "Space Quest II: Vohaul's Revenge."

Murphy y Crowe repitieron formula, con los mismos resultados en lo que a público se refiere y con una crítica menos entusiasta, y es que no son pocos los que dicen que segundas partes nunca fueron buenas y el caso de la aventura que nos ocupa no es precisamente la excepción a esta regla.

Argumento

Después de haber frustrado los malvados planes de los sariens para conquistar la galaxia, nuestro héroe, Roger Wilco, ya se veía arropado por la gloria... Pero la vida es muy perra y tras un corto y poco intenso lapso de fama, el conserje espacial vuelve a la que hasta el momento de la invasión de la Arcada fue su tarea principal: fregar porquería espacial.

Así es como el basurero Wilco comienza esta nueva aventura, limpiando un vomito a gravedad cero enfundado en un traje espacial, mocho en mano. La memoria de su jefe no es precisamente una maravilla y parece que no recuerda la heroica actuación de nuestro protagonista, que salvó la galaxia de una destrucción inminente y derrotó a los psicóticos sariens. Seguramente será por eso por lo que le mangonea continuamente, obligándole a realizar tareas degradantes hasta para un bedel interestelar. Cuando Wilco se dispone a cumplir las ordenes de su calvo y tiránico jefe cubriendo de serrín una regurgitación alienígena en una nave de trasporte, es atacado violentamente, perdiendo el conocimiento...

Cuando despierta, es recibido por una masa violácea de carne y cableado, con forma humanoide y que parece tener vida propia. La criatura empieza a hablar, esto ratifica lo que hace un instante era difícil de creer: está vivo. Dice llamarse Vohaul, Dr. Sludge Vohaul, y afirma ser el científico loco (qué sería de la ciencia ficción sin ellos) que estaba detrás de todo el chanchullo con el "generador espacial" que casi provoca una catástrofe en Space Quest I, y que fue hábilmente evitada por Roger. La crueldad del doctor no conoce límites y ahora prepara otro funesto plan: en venganza al escarnio y la vergüenza que le supuso que su generador fuese utilizado con fines pacíficos, va hacer purgar su pena con la comunidad científica de Xenon, para lo cual prepara una invasión a gran escala de vendedores de seguros manipulados genéticamente...

Desgraciadamente, Vohauld sí que recuerda tu valentía en la anterior aventura y decide recompensarte con unas "confortables" vacaciones en las minas de trabajos forzados del planeta Labion. Cuando nos queremos dar cuenta estamos sobrevolando en un hovercraft los bosques cuajados de monstruos del inhóspito mundo, acompañados de dos esbirros de Vohaul con el gatillo fácil. La mala suerte de nuevo se cierne sobre el barrendero estelar y el transporte se queda sin combustible en pleno vuelo, cayendo al vacío, pero... ¡milagro! (irónico milagro) tras una caída de docenas de metros nuestro compinche Wilco ¡¡sigue intacto!! ahora la pregunta es ¿por mucho tiempo?

Comentario

Prometedor comienzo para una no tan prometedora aventura. Hay que admitir que la historia no está falta de interés ni de buen humor, pero no solo de chistes vive el aventurero y aparte de lo que os hemos contado, poco más hay que reseñar. La historia es así de anodina: muy buen empiece pero lo que sigue no es más que una sucesión de dificultades con una conexión bastante endeble, desprovistas del atractivo que debería invitar al jugador a seguir a lo suyo, que es jugar.

Aparte del argumento, no hay grandes cambios que hagan discernir SQ2 de su precuela. Los gráficos quizá estén un poco más trabajados, en estos se capta cierto sentido de perspectiva (nada del otro mundo como podréis apreciar) aunque demasiado es el logro de Mark Crowe al conseguir dar forma a algo con estas paupérrimas resoluciones consiguiendo un resultado tan noble. El AGI no daba opción a mucho más y en el '88 se veían pocas cosas mejores. Habría que esperar otro año más para que el SCI0 revolucionase los aspectos más "artísticos" de las aventuras Sierra.

Los beeps del speaker hacían las veces de música. La internacional melodía de Space Quest a base de pitidos altisonantes era el tema principal y única banda sonora del juego, con la excepción de algún que otro acorde que se tocaba en ciertos momentos o la variación de la conocida musiquilla que escuchábamos tantas veces como Wilco moría. Por aquel entonces una tarjeta de sonido era un lujo que muy muy pocos podían permitirse, y era impensable un juego que funcionase con tal periférico.

Esta aventura esta realizada íntegramente por los Dos Tipos de Andromeda, mientras Scott le daba al código de programación, Mark se centraba en el tema gráfico. Tanto Murphy como Crowe estuvieron vinculados hasta muchos años después en la creación de la saga, pero en ningún otro juego de su carrera se hicieron cargo de un proyecto exclusivamente ellos dos. Quién sabe si fue por eso por lo que se descuidó el tema del diseño.

Y es que SQ2 es una aventura muy, pero que muy, puñetera. Dejando de un lado a su predecesor, este juego parece ser todo un compendio de defectos: muerte súbitas, contrarelojes, puzzles de habilidad, laberintos infumables... todo eso que en la "Biblia del Diseñador" estaría descrito como pecado capital lo tiene este juego. De primeras, durante nuestra larga estancia en el planeta Labion, habremos de lidiar con una infinitud de monstruos antropófagos escondidos en cada esquina, cada uno con un particular gusto por complicarnos sobremanera la vida.

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