El porqué se resume en una frase muy sencilla: "si haces algo estupido, mueres". Esto no es nada difícil de comprender: lógicamente, si Roger quiere pasar por una gruta donde gotea ácido corrosivo del techo no puede esperar que las gotas paren milagrosamente para poder sortear el obstaculo o si Roger pasea a cara descubierta por las galerías de una nave Sarien, podemos estar seguros de que el primer enemigo con el que nos topemos no nos va a invitar amistosamente a unas cañitas. Esta era la filosofia de entonces y a mí particularmente me parece bastante acertada, ¿que no es muy comoda? ciertamente, pero hay que tener en cuenta que estos juegos se valían de hacer la vida imposible al jugador para entretener, y la gran mayoría de las veces lo conseguían (no es muy ético, pero es así).

En sus dos versiones, la aventura dispone de las mayores innovaciones técnicas: En la del '87 se daba la opción de usar los 16 colores de la ostentosa tarjeta grafica EGA (cuyo uso ya empezaba a generalizarse más que cuando aparecio la primera "aventura gráfica" de la compañía, King's Quest, en el '84) a una resolución muy pobre, pero muy bien aprovechada; en la del '91 se podía ver a Roger Wilco en 256 maravillosos colores a una resolución infinitamente superior, y con unos escenarios pintados extraordinariamente a mano, (esta vez bajo la supervisión de Douglas Herring, ya que Crowe se desentendió del proyecto en este aspecto). Aunque el juego basicamente seguía siendo el mismo, los atractivos para volver a jugarlo no eran pocos, además el manejo con el ratón era infinitamente más comodo que el interfaz de comandos que había venido usando la compañía hasta poco tiempo antes de la aparición del remake. Así que si tenemos que comparar, solo los nostalgicos se quedarían con el Roger hiperpixelizado.

De igual manera, sólo los amantes del beeper (no conozco ninguno, pero seguro que alguno habrá) se quedarían con los chirriantes pitidos del altavoz interno al son del que sería himno aventurero junto a la musiquilla del Larry y la partitura de Monkey Island. En la versión del '91, se pudo escuchar la aventura completamente musicalizada gracias al trabajo de Ken Allen y Mark Seibert, haciendo unas variaciones (como es natural) al tema del juego original, y metiendo nuevas melodías muy bien llevadas. Ojo al finalizar la aventura (VGA) donde, aparte de la escena, la transición musical seguramente os sonará a algo.

Como es natural la conversión vapulea en todos los aspectos a su predecesora, pero tampoco hay que desmerecer a la opera prima de los Dos Tipos: el juego era un portento para su época, Crowe hizo si cabe un mejor trabajo que en el KQ2, la aventura estaba entretenida y como decía antes, tiene una amplia gama de puzzles y alguna que otra prueba de habilidad bastante puñetera, pero no se abusa de ellas, como ocurrirá en posteriores secuelas, muy especialmente en Vohaul's Revenge, donde el juego se basa practicamente en eso durante tres cuartos de su extensión.

Aunque no os engañéis, la versión VGA del clásico no es precisamente perfecta. Aparte de que se ha añadido alguna que otra dificultad, se ha tenido a bien incluir algunos bugs del tipo "Oops!" muy propios en algunas aventuras de la compañía (con mención especial para "The Dagger of Amon Ra") que se pueden considerar como el "súmun de la jodienda", dejando a un lado las muertes subitas. Éstas no llegarán a ser una constante, pero sí nos encontraremos alguna. Muy poquitas la verdad, aunque quizá la más hiriente y llamativa sea cuando nos roban el pod por no coger las llaves (ciertamente hace falta ser idiota para no hacerlo, pero ¿desde cuándo se hace ese tipo de cosas en una aventura gráfica?) nada más llegar a Ullences Flat, como consecuencia solo podremos continuar si tenemos una suerte inmensa con la tragaperras del bar y si la tenemos igualmente nos quedaremos atascados sin reminisión más adelante. Con todo y por fortuna el cambio fue para bien, se mantuvo la "esencia" del viejo Space Quest, y se mejoró lo mejorable sustancialmente, buscando el chiste en el gráfico, cosa que antes era bastante dificil (por no decir imposible) de conseguir. Paradogicamente, el juego se se les quedo corto en comparación al anterior, muy posiblemente debido al uso de iconos en lugar de las ordenes escritas que "ralentizaban" el ritmo del juego, aunque no por ello es menos divertido.

Conclusión

Un clásico de obligada revisión periódica. Divertido y entretenido como él solo, es un comienzo de lo más digno para la que sería una grandiosa serie. Lo recomiendo efusivamente y eso que no es la mejor de la saga. Se muere mucho y mal, tiene un par de puzzles puñeteros y en ocasiones nos veremos más en manos de la suerte que de nuestros propios medios, pero aún así la aventura sigue siendo una maravilla.

Evidentemente, si tenéis la oportunidad de haceros con la versión VGA no lo dudéis aunque si sois de los que no tiene prejuicios para con los juegos antiguos o si tenéis ganas de rememorar viejos tiempos, la versión EGA viene a ser lo mismo pero más feo. Lo dicho: un clásico.

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