Muchos han sido los lanzamientos que estas navidades han tenido lugar y muchos han sido los que ya han tenido la oportunidad de probarlos. Nosotros, a pesar de no ser a veces todo lo rápidos que nos gustaría pondremos los medios a nuestro alcance para comentar los juegos que en esta ultracomercial temporada se han visto en las estanterías de las tiendas en estos últimos meses. Empezamos pues con el que algunos califican de juego del año y que seguramente ha hecho subir las estadísticas de ventas del género a finales del ya pasado 2003.

Broken Sword III: The Sleeping Dragon, la esperadísima tercera parte de la saga de Charles Cecil y Revolution ha causado en parte desahogo y en parte cierta sensación de sinsabor entre los muchos aficionados que ya se han apresurado en jugarlo. Desahogo por que no era tan fiero el lobo como lo pintaban y lo que en un principio se creía “aventura de acción” con el miedo de que fuese lo que King’s Quest 8 o Simon 3D a sus correspondientes sagas, es finalmente una aventura gráfica corriente y moliente aderezada con pequeñas pruebas de habilidad que aunque salpican el desarrollo del juego no son tan recalcitrantes como se esperaban tras oír las primeras declaraciones desde Revolution. Y sinsabor porque aunque apunta buenas maneras realmente no está a la altura de sus antecesoras y los “nuevos” elementos son más un engorro que una virtud a añadir. Broken Sword III: The Sleeping Dragon es pues una aventura beneficiada por un aparato promocional alimentado en gran medida por la polémica y controversia de su elaboración. Una vez, nos han vendido el globo este se deshincha precipitadamente hasta quedarse en algo tan mundano y del montón como lo puede ser cualquiera de las aventuras que han salido últimamente. Pero si queréis saber más ampliamente cómo y porqué esto es así, visitad el nuevo Review que hemos añadido.

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