Introducción

Nadie duda de la relación que existe entre videojuegos y series de televisión. Pokemon, Bola de Dragón, Hamtaro y Buffy son solo algunos ejemplos. Juegos que pueden enmarcarse dentro de un género muy concreto, ya sea lucha, rol o la más famosa, mezcla de aventura de acción, y que han sido desarrollados para su disfrute en consolas. El mundo del PC queda un poco al margen de esta corriente hasta que aparece una serie de televisión como CSI, que conquista a la audiencia televisiva, que se ve en muchas partes del mundo y que, por tanto, no puede quedarse sin el filón de explotación en un videojuego.

La serie CSI está basada en las investigaciones que llevan a cabo los miembros del departamento criminalístico de Las Vegas. Ahora tiene una gemela, CSI Miami, que viene a ser lo mismo pero con un pelirrojo en vez del famoso Grissom, además de las playas y el sol. El éxito de la serie radica en que las pesquisas no se realizan de la manera tradicional. No son meros policías, son científicos expertos en ADN, en tecnología punta y en ver lo que el resto de los investigadores de otras decenas de series de televisión no fueron capaces de ver. Dejando al margen si se ciñe o no a la realidad, lo cierto es que más de uno se ha quedado boquiabierto escuchando cómo Grissom y los demás llegan a conclusiones totalmente fuera del alcance del espectador.

El caso es que, visto el éxito, la gente de 369 y de Ubisoft decidió trasladar esa aura de súper héroes de la investigación criminal al mundo de la aventura gráfica. ¿Y por qué este género? Simplemente porque es el que más se ciñe a las características de la serie. Solo porque sería absurdo un shooter, un plataformas o cualquier otro híbrido. Cualquier otro género no se habría correspondido adecuadamente con la esencia de la serie y aquí lo realmente importante es eso, la franquicia, CSI.

El juego fue un éxito. En España llegó con un precio razonable, unos 20 euros, con un doblaje al castellano de la voz de los mismos actores de la serie, con un aspecto gráfico muy correcto y un interfaz sencillo. También tenía sus fallos, pocas horas de juego y la sensación de que el jugador era tan sólo un lacayo de los CSI´s que hacía el trabajo sucio, es decir, buscar pruebas para que ellos llegaran a las conclusiones. Ahora, Ubisoft ha vuelto a lanzar otro CSI, esta vez se subtitula ‘Oscuras intenciones’ y la duda surge a la hora de elegir entre dos tópicos: ‘Si funciona, ¿para qué cambiarlo’ o ‘¿Para qué cambiarlo si funciona?’.

Argumento

No existe como tal. Como en el anterior, el jugador entra como novato en el departamento. A lo largo de cinco casos, en los que trabajará con cinco miembros, tendrá que ganarse la confianza de Grissom para convertirse en un auténtico CSI. También como en su predecesor, cada caso es diferente y, esta vez a diferencia, no existe ninguna relación entre ellos. Tan sólo en el primero y en el quinto existe alguna coincidencia, pero es ínfima y no proporciona ninguna sensación de unidad argumental, tal y como ocurría en la primera parte.

Comentario

La principal limitación de CSI: Oscuras Intenciones es su nombre, la marca. Y también es su principal ventaja. Si en vez de llamarse CSI y estar basado en una serie de televisión se hubiera llamado HDP y no tuviera nada que ver con el maravilloso mundo del espectáculo, no sólo hubiera tenido un éxito considerablemente menos relevante o incluso nulo sino que muchos lo habrían calificado de basura. Por tanto es una aventura que hay que analizar dentro de su contexto, valorar defectos y descartar virtudes que en cualquier otro análisis no se podría hacer.

Aún así, en una segunda parte se esperaba un poco más de innovación. Uno de los defectos que se le achacaban al primer juego era su corta duración, sólo había que solucionar seis casos y uno de ellos era básicamente un tutorial. En CSI: Oscuras Intenciones no llegan ni a seis, son cinco y el tutorial está presente en todo el juego, si se quiere, a través de una opción. Eso sí, las investigaciones son más extensas, más profundas y, si se quiere, más folletinescas.

El tiempo de vida del primer CSI oscilaba entre las cuatro y las seis horas dependiendo de la pericia del jugador. Este puede mantenerle ocupado unas doce horas. ¿Cómo se ha conseguido? Pues a base de enrevesar la investigación introduciendo nuevos sospechosos, algunas subtramas y unas cuantas herramientas más de investigación. El resto sigue siendo completamente igual al primero.

En primer lugar, la dinámica del juego es de la misma monotonía. Todo sigue un rígido modus operandi, propio por otra parte, de las disciplinas policiales a las que se deben los protagonistas (tú entre ellos): Grissom expone el caso, el compañero de turno se presenta y comienza la investigación. Casi siempre por la escena del crimen, ya sea un asesinato, un robo o un accidente.

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