Introducción

Nueve años han pasado desde la última aventura gráfica en primera persona que sorprendió y, en cierto modo, revolucionó el mundo del videojuego con un imponente despliegue tecnológico gracias al motor Omni 3D. Esa aventura era Atlantis: The Lost Tales, y corría el año 1997 cuando la crítica aplaudió de manera casi unánime las maravillas creativas y gráficas de este título de Cryo Interactive.

Mucho ha cambiado desde entonces: hay consolas de nueva generación capaces de mover trillones de polígonos, algunos juegos nos permiten deambular a nuestro gusto por vastos mundos virtuales y encima hacerlo acompañados; pero en el mundo de la aventura gráfica, hay un subgénero tecnológicamente estancado desde hace casi una década. La saga que generó esa majestuosa aventura de Cryo sigue repitiendo la fórmula una y otra vez, y los imitadores se cuentan por decenas.

Veamos, pues, qué pros y contras trae consigo la quinta entrega de una franquicia que a muchos se les antoja innecesariamente larga, y por el contrario otros la consideran casi de culto.

Argumento

Un joven ingeniero aeronáutico americano, Howard Brooks, es atacado a bordo del zeppelin Hindenburg que él mismo ayudó a construir, en su viaje a Nueva York de vuelta de una conferencia en Alemania.

Desorientado, pronto descubrirá la causa tras el misterioso ataque: un grupo organizado anda detrás de un misterioso artefacto del que Howard es heredero, y que podría ser parte indispensable en la localización del viejo continente prohibido de la Atlántida.

A partir de entonces, Howard, con la ayuda de su “partenaire” Kate Sullivan, deberá adelantarse a James Elliot, el descorazonado cazarrecompensas que le atacó, en la búsqueda de la Atlántida, para evitar que sus legendarios secretos caigan en las manos equivocadas.

Comentario

Atlantis V se presentó ante la comunidad aventurera como un cambio de rumbo en la serie del continente perdido, que parecía ahora servir de base para la construcción de una historia noir, algo que fascinó a todos los aficionados al género, tanto que picaron como ilusos ante lo que en realidad se sobreviene como un fútil intento de adentrarse en la concepción noir pero obviando (no sabemos si por desidia o por incompetencia) lo que hace a ésta fascinante.

Y es que desde el primer momento en que comprobamos que la base del juego es el spin-o-rama, uno no puede hacer más que preguntarse, ¿cómo va a funcionar un género (el noir) cuya esencia se encuentra en los personajes y sus diálogos, en un sistema que se caracteriza precisamente por la ausencia de éstos?

Pronto descubriremos a este respecto que poco más hay de noir en Atlantis V, además de la estética de los años 30 en los atuendos de los personajes (no basta un sombrero y una gabardina para construir una historia de Sam Spade o Philip Marlowe) y quizá algo de la ambientación de la segunda etapa del juego (situada en el Empire State Building), la conclusión es que esta enmarcación noir se percibe como un capricho mal sobrellevado, un placebo para simular un cambio de dirección en la serie. Se han intentado meter a pulso personajes arquetípicos de esta clase de historias, y todos ellos salen mal parados; el protagonista pretendidamente con múltiples capas que por callado se revela de lo más soso y simplón que podamos encontrar, la femme fatale que sólo lo es durante los 30 primeros segundos de su aparición para luego pasar prácticamente desapercibida (o servir como único pretexto de un cambio de localización), el amigo traidor que pierde el factor sorpresa por su previsibilidad y con el que es imposible conectar por su corta aparición, el codicioso cazarrecompensas al que en 2 líneas de diálogo no le da tiempo a expresar su falta de escrúpulos...

Eliminado pues del entorno noir precisamente lo que lo hace irresistible, algo que no ocurría en los máximos exponentes del género dentro de la aventura gráfica, como son Grim Fandango y Discworld Noir, Atlantis V queda descartado por tanto para todo aquél que pretenda encontrar en él una historia y un desarrollo similares a aquéllos.

Pero lo más bizarro de todo esto es que a poco de empezar la aventura se abandona el género negro (o el intento de, al menos) casi repentinamente para introducir una historia sobre la búsqueda de la Atlántida que en su esencia es un calco de aquélla de Indiana Jones and the Fate of Atlantis, pero salvando las infinitas distancias; esto es, una historia de aventuras de tintes pulp pero a la que la flaqueza de su guión, la torpeza narrativa y el ritmo irregular hacen mucho daño.

Por no funcionar, en Atlantis V no funciona ni el trasfondo histórico y el trabajo (flojo, por otra parte) de documentación que hay detrás de su historia; la escasa información sobre la historia de la Atlántida según el ideario popular y las obras de Platón y otros autores que a todos nos sonará de la aventura de Indiana Jones antes mencionada se nos dará con cuentagotas y casi anecdóticamente; a este respecto lo mismo habría dado que la búsqueda fuese de un continente perdido, de una codiciada reliquia o de cualquier otra cosa; tanto es así que ni siquiera al terminar el juego llegaremos a ver ni un ápice de la Atlántida, quedando la historia abierta para una posible próxima entrega.

Pero que no se me malinterprete, Atlantis V no es del todo un mal juego, es divertido a ratos (sobre todo los tres primeros capítulos del juego) y se hace de jugar, el problema es que acarrea un compendio de decisiones erróneas en su concepto imposibles de obviar y que restan numerosos enteros a la valoración global de la aventura. Gran parte de estas decisiones son las ya expuestas; el uso del spin-o-rama, que hasta el momento no ha dado buenos resultados con una ambientación que no se le ajusta, la propia enmarcación noir con un guión que no está a la altura; la idea forzada de una quinta entrega de Atlantis para un juego que parece no serlo…

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