Después de haber comprobado que esta no es fecha para inocentadas en ningún calendario, empezamos a creernos la sin duda sobrecogedora noticia que de golpe y porrazo acaba de llegarnos: la suspensión del nuevo proyecto de los carismáticos detectives Sam y Max por parte de la nueva cúpula directiva de LucasArts (Simon Jeffery dejó el cargo de presidente hará unos meses por motivos personales,ahora más que nunca nos vienen a la cabeza frases como aquella que reza “más vale lo malo conocido...”) es toda una realidad. La información nos llega de sopetón y no os extrañará que aún no hayamos conseguido asimilarla, pues hace tan solo un par de semanas se hicieron publicas las primeras imágenes del juego en la revista anglosajona Hyper, así como declaraciones de un animado Mike Stemmle hablando del interfaz del juego para una páginas de fans. La aventura gráfica que iba a ser point and click y ya estaba en un avanzado estado de gestación, iba a aparecer durante la primavera de este año y pintaba bastante bien al menos en relación a lo poquísimo que se conocía. Ahora, en una mueca y de un plumazo que sin duda le granjeara los más enervados odios del colectivo aventurero, ha comunicado por medio de la página corporativa que no es un buen momento para lanzar un producto de las características de Sam and Max 2: Freelance Police y obtener el éxito esperado, algo del todo contradictorio viendo el buen numero de producciones que han aparecido con logros variables en los últimos meses. No es que se pueda decir que a LucasArts le haya funcionado nunca mal el negocio de las aventura, así que tampoco será a causa del antecedente por lo que se haya llegado a estas conclusiones. A muchos recordará esta situación a la vivida en el pasado con Full Throttle 2:Hell on the Wheels que fue de la misma manera barrida de la parrilla de salida de las producciones Lucas aunque no por problemas monetarios sino tras considerar que su calidad no cumplía los mínimos exigidos por la empresa (cómo sería él).

Siendo como ha sido siempre LucasArts un referente comercial en lo concerniente al género, se espera que las repercusiones no se hagan esperar. Sin duda alguna, muchas de las desarrolladoras que tonteaban con la idea de sacar al mercado un juego de similares características podrían echarse atrás habida cuenta del duro varapalo que sufrirá este ramos de la industria después del anuncio. La decepción para los aficionados que veían en este nuevo juego una segunda juventud para las aventuras de LucasArts está servida en bandeja de plata así como muy posiblemente lo esté en breve la cabeza de Mister Nelson tras conocer la fiera reacción de aficionados y medios especializados, que no se hará de rogar. Por nuestra parte sólo podemos expresar nuestra sorpresa ante tal descalabro, cuyo solo planteamiento linda con lo aberrante: si en el futuro van a ser los administrativos los que decidan qué se hace y qué no, podemos ir echándonos las manos a la cabeza pues nos esperan tiempos oscuros a los que vemos en el videojuego algo más que cifras...

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