Aventura y CÍA

Lo mejor de Daedalic hasta la fecha, una muy buena aventura gráfica, y una monada. Empieza bien, sigue bien y acaba bien, no hay ni un sólo bajón en el ritmo ni relleno en la historia. Si acaso un bug en la versión en español, que menudo susto llevé. Para quien esté jugando, se trata de un diálogo con un hombre polilla, en español falta la frase de despedirse, por lo que quedas atrapado para siempre en ese diálogo. Sólo hay que cambiar el idioma a inglés, y una vez pasas el diálogo, volver a ponerlo en español.

Estéticamente es precioso, y para variar la animación es muy potable, ya no renquea tanto como en anteriores. En cierto modo me ha recordado al Curse of Monkey Island. Idem para la BSO, muy bonita, agradable y relajante, acorde con el tono general del juego. Es algo que llama mucho la atención, el candor, la pureza y la inocencia de la historia y sus personajes, sin violencia, maldad, tragedia, pesimismo o sordidez, nadie tiene malas formas ni malas intenciones, pero sin caer en ñoñerías pasteloides. También es curioso el pepinazo de historia que se marcan en el épilogo, una historia que cualquier producto vendería como trama principal, y que aquí dejan en un segundo plano, no desaprovechándola, porque explica muchas cosas ocurridas en el juego, pero casi.

La dificultad es bastante baja en general, decían en la crítica de Vandal que los puzzles eran ilógicos, y nada más lejos, son muy lógicos y están perfectamente introducidos e integrados. Buen diseño, e incluso pullita de coña a los puzzles de slider . Y de duración no está mal, es largo pero llevadero, el poder permutar entre el día y la noche ayuda a desvanecer la sensación de estancamiento en cuanto a escenarios. Idem para el puntazo de añadir acciones a medida que aprendes hechizos, hace más amena la jugabilidad y mejora la coherencia del personaje dentro de la historia.
Los minijuegos opcionales también entretienen si les sigues el rollo, yo acabé pasando porque me sacaba del hilo principal ir buscando gotitas, estampas y jugar a las cartas.

Lo has vendido estupendamente, habrá que darle una oportunidad (cuando sea, que tengo un trillón de aventuras esperando).

Joder y tanto... jeje Lo tengo pendiente de pillar en gog a ver si sacamos la tarjeta de crédito, alguna rebaja y algo de tiempo jejeje

Lo he probado un rato para ver qué tal (me pondré con él dentro de un tiempo), y me alegra ver que Daedalic parece volver al registro y al tono en el que mejor se mueven, después del estrepitoso Deponia. Aun así, comentaría un par de cosas (y ya digo que lo he probado sólo un rato, son impresiones que rozan el prejuicio, muy posiblemente me equivoque): intuyo, me temo, un juego con cierto exceso de exposición o verborrea. Es algo que ya ocurría en el Deponia, en el que, independientemente de la calidad de los diálogos, los personajes y el protagonista hablaban y hablaban sin parar. En este primer contacto con el Night of the Rabbit ya me he encontrado con que da la sensación de que no puedes recoger un palo del suelo o abrir un cajón sin que el protagonista suelte cinco líneas de diálogo. Veremos a ver si se confirma.

Por otro lado, ¿es cosa mía o no se pueden mirar los objetos, salvo los que tienes en el inventario? Al pasar el cursor por los objetos del escenario te sale un icono de la acción que puedes realizar (mirar, coger o hablar), pero ésa es la única acción que te deja hacer. Vamos, que antes de coger un objeto no puedes hacer que el protagonista lo describa. Sólo puedes "mirar" los objetos en los que ésa es la acción designada. Desconcertante.

Lo compré y todavía no lo probé. No jugué a nada de Daedalic, y por lo que se ve esta compañía causa amor y odio a partes iguales. Yohein, dices que éste tiene un exceso de verborrea, algo que no te gusta. Discrepo contigo. La verborrea siempre me gustó en las aventuras (siempre y cuando no sea superflua), y añoro el toque Sierra con comentarios para todo, así que ahora todavía le tengo más ganas.

Juraría que se puede examinar todo, dentro o fuera del inventario. Es verdad que a ratos hablan demasiado, no tanto como en el Chains of Satinav, que se pasan tres pueblos, pero el Avellana de laconismo poco, y siempre tiene algo que decir sobre cualquier cosa. Suelen machacar mucho con tus objetivos, a algunos se les hará repetitivo, a mí me parece que encaja con su tono de cuento infantil. Y menos mal que facilita las cosas, porque su sistema de pistas es el más inútil que he visto en una aventura hasta ahora.

Posdato: Ya que estamos con aventura furries, ¿qué tal está el Inherit the Earth? Estoy a puntito de empezarlo.

Broza total y absoluta.
Es un juego híbrido, con partes de rol, con escenarios clónicos. Sin alicientes, poco texto... Pero con un zorrín protagonista y su amiguito el jabalicito...

Edward Van Helgen escribió:Broza total y absoluta.
Es un juego híbrido, con partes de rol, con escenarios clónicos. Sin alicientes, poco texto... Pero con un zorrín protagonista y su amiguito el jabalicito...

Thanks, directo a la papelera.

Knut escribió:Lo compré y todavía no lo probé. No jugué a nada de Daedalic, y por lo que se ve esta compañía causa amor y odio a partes iguales. Yohein, dices que éste tiene un exceso de verborrea, algo que no te gusta. Discrepo contigo. La verborrea siempre me gustó en las aventuras (siempre y cuando no sea superflua), y añoro el toque Sierra con comentarios para todo, así que ahora todavía le tengo más ganas.

Jojojojo, verborrea en Sierra. Creo que confundes los términos: en Sierra los diálogos son de pocas frases y se ciñen al tema de conversación. No es lo mismo decir que todos los objetos tengan descripción a que haya unos diálogos exageradamente expositivos. Como ejemplo, es como decir que Freddy Pharkas es verborreico, cuando la verborrea está en The Longest Journey (un juego que aún así tiene descripciones).

Bueno, a eso me refería, a que aunque se hable y se describa mucho, que sea siempre para conocer el mundillo en el que se mueve la historia y los personajes. La palabra verborrea la usé mal, culpa mía. El Longuest Journey sólo lo jugué una vez, y cuando salió. Recuerdo que hablaban mucho, pero nunca me aburrió. Aunque si me atrevo con una revisión, quizá si me encuentre con verborrea.

Edito: ¡Ja! Creo que verborrea comienzo a tenerla yo.

Joer, vaya plomazo. Llevo jugadas, qué se yo, un par de horas, y confirmado que no se callan ni debajo del agua. Le das a mirar un árbol y el personaje se pone a contarte lo que le pasó una vez que se perdió en el bosque; miras la ciudad en el horizonte y empieza a hablar sobre cómo ha cambiado la zona desde que construyeron el centro comercial; le das a coger una fresa del suelo y mientras la come se pone a hablar con la madre, que está haciendo la colada al lado. Es alucinante, parece que no hay una sola descripción, una sola acción, que no tenga, en el más lacónico de los casos, al menos tres o cuatro frases asociadas. Los diálogos, tres cuartos de lo mismo. Y el problema, por supuesto, no es en realidad que hablen más o menos, sino el hablar, hablar y hablar para nada. El concepto de verborrea no va al peso. Pero es que tienen tal incontinencia verbal que hora y pico después de comenzar el juego apenas estás empezando la introducción. Claro que es algo que se ve venir desde el primer segundo, porque eso de meterte un tutorial que consiste en tener al protagonista dialogando durante 15 minutos (!) con una radio que te enseña cómo abrir el inventario (!!) difícilmente puede augurar cosas buenas. Y ya si el primer puzle del juego consiste en ir por el bosque recogiendo cortezas de árbol para hacer un conjuro que te ha caído de repente del cielo (?), seguido de otro diálogo de 20 minutos con un conejo en el que no te cuentan prácticamente nada pues... perezaca. Tiene guasa que el mayor referente del juego sea Alicia en el País de las Maravillas, un libro tan profundo como breve y ágil.

Además, decía en su momento que me alegraba de que Daedalic hubiera vuelto al registro que mejor resultado le ha dado, pero me equivocaba. El registro del Night of the Rabbit no tiene absolutamente nada que ver con el tono emotivo y melancólico del The Whispered World y del A New Beginning. Apuntaba acertadamente narachamus que éste tiene tono de cuento infantil, pero yo me permitirí añadir otra cosa: no es ya que tenga tono de cuento infantil, es que directamente parece un juego escrito para niños. Aunque se suelen usar como sinónimos, no es lo mismo un producto para todas las edades que un producto exclusivamente para niños, y éste se parece más bien a lo segundo (salvo que más adelante cambie mucho, que tampoco creo). Es una de las aventuras más blancas (en el sentido más soso del término) que he visto nunca. Y claro, si combinamos "enorme cantidad de diálogos y exposición" con "diálogos desprovistos de cualquier amago de ironía, sentido del humor o chispa", apaga y vámonos.

Tiro definitivamente la toalla con Daedalic. The Whispered World y A New Beginning van quedando como dos estupendas y reivindicables excepciones en un catálogo lleno de buenas intenciones pero, ay, resultados profundamente decepcionantes. De hecho, lo verdaderamente preocupante es que parezcan ir a peor con el paso del tiempo.

Acabo de terminarlo. No me voy a extender. Me ha encantado. Algún día me entretendré en rejugarloy completarlo con todos los logros. Si hecho el logro más tonto y pesado de todos (el de los 1000 clicks), puedo entretenerme en conseguir el resto tranquilamente.

P.D: No soy de conseguir logros, solo con pocos juegos me entretengo en completarlos al 100% (y son los que creo que merecen la pena, los que realmente me gustan bastante).

Pues me lo acabo de terminar y me ha encantado. Lo mejor que he jugado de Daedalic hasta la fecha. Historia y personajes me han parecido genialmente escritos, durante el fin de semana que he dedicado a pasarme el juego, me ha atrapado el mundo de Night of The Rabbit (porque La Noche del Conejo suena a peliculilla porno patria o a fesitval gastronómico provincial).

Siendo sincero, estoy tan acostumbrado a que ultimamente el tema de la fantasía sea tratado desde la parodia o el simbolismo extremis, que me el punto de vista puro, casi infantil del juego me ha parecido refrescante. Entiendo que no le agrade a todo el mundo, pero por un tiempo me ha apetecido volcarme en este tipo de historia que recuerda a lecturas de niñez. Pero no todo es lo que parece, por supuesto. El final puede sorprender (gratamente, en mi caso.

La música y los gráficos son preciosos. Los puzzles pecan de ser facilones, pero a la vez son una delicia de resolver: todos lógicos e imaginativos, ni un solo puñetero puzzle de combinatoria o juego de mesa mal encajado. Que descanso, coñe. De hecho, una cosa que me ha parecido bastante bien es que para alargar el juego, en vez de endosarle puzzles ilógicos, combinatorios y desesperantes a puntapala, puedes encontrar coleccionables, varios secretos y minijuegos opcionales a través del mismo. Y están bastante bien integrados en la historia.

Gracias narachamus por dar la solución al bug de la conversación con la polilla... ¡menudo susto me llevé yo también!

En cuanto al juego, creo que es el segundo de Daedalic que estoy jugando y me parece genial. En cuanto me le acabe sin duda jugaré a más juegos de esa compañía.