Publicado: Domingo, 5 de Febrero de 2006 20:32
Hay que saber asumir que esta gente se sienta en su silla de oficina y escribe su artículo con la misma gana que un albañil se levanta a las seis de la mañana, se sube un andamio y se pone a colocar ladrillos (salvando las insalvables distancias y con todos mis respetos hacia el gremio de albañiles, cuyo esfuerzo y sacrificio valoro muy por encima del de estos redactores). Vamos, que escriben a desgana de un tema que parece que hace tiempo que les dejó de interesar. Esa es la diferencia entre "las webs de reconocido renombre" y esta gente: por regla general el sustento de estas webs y de la gente que en ellas escribe es simplemente su afición su pasión por las aventuras gráficas y por todos los factores inherentes a las mismas: una buena historia bien ejecutada y con un diseño inteligente, variado, divertido y original. Al aventurero de verdad (aunque no soy quien para pontificar sobre purezas de raza, si que me veo, por mera experiencia, a hacer este tipo de aseveraciones) no le importa el point and click, el mando o el teclao, no se fija en las 3D o en las 2D, le suda la polla la perspectiva o la nacionalidad o el presupuesto. Le interesan las buenas ideas. No es nostalgia, no estamos arrastrandonos constantemente esperando un monkey 5, ni meamos pepsicola por una nueva aventura de Ron Gilbert. Pero es que tenemos un estandar de calidad que no se suele alcanzar con cualquier cosa y que es alérgico eso si, al placebo.
Parece que el género aventurero tiene la obligación de evolucionar hacia cosas que no se parezcan al género aventurero. No sé quien ha dicho eso ni quien ha plantado el germen de tamaña polémica sin fundamento, pero desde luego, el grueso aventurero piensa diametralmente lo contrario. Y es que la evolucion no supone la reescritura de todos los conceptos y no solo eso sino que precisamente es que es el propio concepto el que ejerce de limite.
Nadie se pone a cuestionar ni a hablar de la evolucion de los shooter de los juegos de estrategia, nadie dice "ahora vamos a meter en este fifa 2006 un inventario para colar un puzzle de combinatoria en los vestuarios y vamos a poner unos topicos de dialogo para poder insultar al arbitro". Una aventura gráfica es una aventura gráfica, un juego de estrategia un juego de estrategia, un juego de estrategia y un juego de futbol... pues un juego de futbol. ¿Que luego se pueden hacer permutaciones entre géneros? Perfectamente aceptable, pero eso no esta reñido con que, la identidad del género sea la que sea y deba prevalecer.
No creo que la cosa se decline hacia los derroteros por los que aboga el señor este de PClife, porque no es el primero que ha soltado la perorata en 10 años y no será el último que la suelte. Seguirá habiendo redactores ensimismados por no se sabe muy bien qué, que defiendan una revolución que acabe con todo el poso historico del género para colocar cosas con mucha menos sustancia aptas para un publico consolero, y de ignorantes que sigan recibiendo con los brazos abiertos cualquier propuesta que nos llegue con la etiqueta de "Revolucionario", que como bien es sabido, la tenia el BS3, la tenia el Farenheit y que no esta de más recordar que fue una etiqueta que les pusieron Charles Cecil y David Cage correspondientemente (los padres de las criaturas), que muchos se han tragado y que otros tantos, más talluditos y experimentados han sabido reconocer como lo que son: absolutamente nada del otro mundo.
En definitiva, me parece muy bien que estos señores se ganen el sueldo diciendo lo primero que se les pase por la cabeza, suerte que tienen, pero ahora bien, quien establece la sentencia sin mostrar el argumento, tarde o temprano, está condenado al descabezamiento público. Ya veis ¡qué revolucionario!
Parece que el género aventurero tiene la obligación de evolucionar hacia cosas que no se parezcan al género aventurero. No sé quien ha dicho eso ni quien ha plantado el germen de tamaña polémica sin fundamento, pero desde luego, el grueso aventurero piensa diametralmente lo contrario. Y es que la evolucion no supone la reescritura de todos los conceptos y no solo eso sino que precisamente es que es el propio concepto el que ejerce de limite.
Nadie se pone a cuestionar ni a hablar de la evolucion de los shooter de los juegos de estrategia, nadie dice "ahora vamos a meter en este fifa 2006 un inventario para colar un puzzle de combinatoria en los vestuarios y vamos a poner unos topicos de dialogo para poder insultar al arbitro". Una aventura gráfica es una aventura gráfica, un juego de estrategia un juego de estrategia, un juego de estrategia y un juego de futbol... pues un juego de futbol. ¿Que luego se pueden hacer permutaciones entre géneros? Perfectamente aceptable, pero eso no esta reñido con que, la identidad del género sea la que sea y deba prevalecer.
No creo que la cosa se decline hacia los derroteros por los que aboga el señor este de PClife, porque no es el primero que ha soltado la perorata en 10 años y no será el último que la suelte. Seguirá habiendo redactores ensimismados por no se sabe muy bien qué, que defiendan una revolución que acabe con todo el poso historico del género para colocar cosas con mucha menos sustancia aptas para un publico consolero, y de ignorantes que sigan recibiendo con los brazos abiertos cualquier propuesta que nos llegue con la etiqueta de "Revolucionario", que como bien es sabido, la tenia el BS3, la tenia el Farenheit y que no esta de más recordar que fue una etiqueta que les pusieron Charles Cecil y David Cage correspondientemente (los padres de las criaturas), que muchos se han tragado y que otros tantos, más talluditos y experimentados han sabido reconocer como lo que son: absolutamente nada del otro mundo.
En definitiva, me parece muy bien que estos señores se ganen el sueldo diciendo lo primero que se les pase por la cabeza, suerte que tienen, pero ahora bien, quien establece la sentencia sin mostrar el argumento, tarde o temprano, está condenado al descabezamiento público. Ya veis ¡qué revolucionario!
Masnou, se esta buscando que le declaremos una guerra mediatica, pero a base de justificar porque somos rancios y alergicos al actual progreso.